El receptor novato Robert Gill arranca después de una atrapada durante las recientes actividades organizadas.
Por un tiempo Robert Gill fue como cualquiera de nosotros.
Veía partidos de la NFL los domingos con sus amigos en San Antonio, debatían los méritos y las habilidades de cada jugador que se presentaba a través del televisor. Bromeaban como los viejos amigos lo hacen, juagaban al mariscal de campo de sillón y argumentaban que ellos eran mejores que los jugadores que veían sin falta cada fin de semana durante el otoño.
Pero ahí es donde las similitudes entre Gill y el resto de nosotros terminan.
Mientras que sus amigos sabían en el fondo de sus mentes que no eran realmente tan buenos como sus héroes dominicales, sabían que Gill si lo era. Ahora tiene la oportunidad de demostrarlo.
Gill inicia el mes de Junio siendo el novato de mayor edad en una alineación actual de la NFL, un título que adquirió a los 29 años de edad, después de un viaje de cinco años que lo llevó a ingresar en el futbol profesional con los Cardenales.
Correr rutas junto a Larry Fitzgerald, que tiene la misma edad que Gill, no era una prioridad hace una década. Fue en aquel entonces cuando Gill estaba preparando su transferencia de Texas A&M Corpus Christi a la Universidad Estatal de Texas para unirse al equipo de atletismo después de una carrera en el baloncesto que nunca se fructificó.
De hecho, el futbol nunca fue una prioridad para Gill. Jugó sólo un año como safety, su último año en la Escuela Secundaria East Central de San Antonio. Su pasión era el baloncesto, pero con un peso de 150 libras no era atractivo a los ojos de ningún entrenador de la División I, en lugar de eso se convirtió en un guardia-armador altamente reclutado en el circuito de colegios más pequeños.
Después de un año en Corpus Christi, Gill fue uno de los primeros reclutados para atletismo por el entrenador Blaine Wiley de la Estatal de Texas, pero no era muy buen corredor, recuerda Wiley.
"Era un corredor promedio," dijo Wiley. "Trabajó la manera para convertirse en bueno."
Fue la ética de trabajo inculcada por su madre, Marie, ella se mudó a San Antonio desde Panamá a los 11 años de edad y ganó su camino hacia el sueño americano, dijo su hijo.
Su trabajo rápidamente dio frutos ya que se transformó en uno de los mejores corredores de 400 metros del país. Gill fue parte del equipo de relevos 4x400 que ganó el prestigioso "Drake Relays" pero se perdió por muy poco la oportunidad de competir en el campeonato nacional de la NCAA (Asociación Nacional Atlética Colegial).
"Nunca fui un verdadero corredor de pista," dijo Gill. "Dicen que algunos corredores no pueden jugar futbol. Era un atleta que podía correr la pista. En todo lo que hago soy yo mismo. Pasé a ser un corredor regular de los 400 metros. Al siguiente año me propuse seriamente mejorar, me propuse ser uno de los mejores de los 400 metros en el país."
Gill se graduó de la Universidad de Corpus Christi en el 2007 y puso su mundo real en pausa. Entonces cayó en cuenta. Después de cinco años lejos del futbol, quería regresar al campo. Para el resto de nosotros, la ventana para perseguir una carrera en el futbol se habría cerrado. Pero el resto de nosotros no puede correr las 40 yardas en menos de 4.3 segundos.
Con su familia a bordo, Gill comenzó a trazar su regreso al futbol – y su camino a la NFL. Tendría que empezar desde abajo, lo que significa futbol de salón.
Antes de firmar en el 2008 con los "Renegades" de Lubbock en la ahora extinta liga AF2, Gill se probó con los "Fire" de Louisville. A tres millas del hipódromo Churchill Downs, era Gill quien se veía como un pura sangre. Fue cronometrado en el recorrido de las 40 yardas por el coordinador ofensivo de los "Fire," Anthony Payton en un impresionante tiempo de 4.19 segundos.
La leyenda de Robert Gill había nacido.
Un año más tarde, Gill dijo que había firmado un contrato de tres años con los Tiger-Cats de Hamilton en la Liga de Futbol Canadiense, pero nunca estuvo en el terreno de juego. Porque fue recortado justo antes del campamento de entrenamiento y regresó a los Estados Unidos a jugar los dos últimos partidos de la temporada con Milwaukee en la liga AF2. Gill también se ganó la oportunidad de probarse con los Bills de Búfalo y los "Locomotives" de Las Vegas en la UFL, donde conoció al explorador de talento profesional de los Cardenales Josh Scobey.
En una ciudad donde el hombre pequeño tiene la misma probabilidad de pegarle al premio gordo que el hombre grande, el tamaño de Gill comenzó a trabajar en su contra. A pesar una impresionante demostración para el equipo de los "Locomotives," estos lo dejaron pasar. Pero a Scobey le llamó la atención Gill.
"(Él) me tomó bajo su ala y dijo, 'Se supone que tú deberías estar en la liga,' " dijo Gill. "He escuchado eso muchas veces pero todo tiene su tiempo preciso… todo tiene su tiempo preciso."
Gill en cierto punto fue recortado cuatro veces en una temporada. Sin embargo, en el 2010, firmó con los "Riders" de Abilene Ruff en la liga "Intense Football League," una liga de futbol de salón de menor nivel. Esperando por él, ahí estaba el entrenador Danton Barto.
Barto como entrenador había enfrentado a Gill en la liga IFL (Liga de futbol bajo techo) esa temporada y la primera cosa que notó fue lo rápido que Gill era.
"Este hombre estuvo volando por encima de nuestros hombres," dijo Barto, quien fue contratado como explorador de talento por los Carneros de San Luis a principios de este mes. "Era la primera vez que lo había visto, que había oído hablar de él o algo por el estilo.
"Lo única cosa que no se puede enseñar es velocidad. Y su velocidad era ... no ves muchos jugadores en tu vida tan rápidos como Robert."
Barto dijo que había visto a otro – Deion Sanders.
"Ese es el único individuo que vi en persona y que se podría decir es más rápido que cualquiera," dijo Barto.
Después de la temporada Barto fue nombrado entrenador en jefe de los "Command" de Kansas City en la AFL y no perdió nada de tiempo para firmar a Gill. Gill estuvo inactivo durante los primeros partidos en el 2011 antes de tener la oportunidad de demostrar su valía.
La velocidad de Gill no estaba causando problemas a los rivales. Barto tuvo que reformar las jugadas, agregando yardas adicionales para concordar con la precisión. Durante el campamento de entrenamiento, el mariscal de campo de los "Command" J.J. Raterink rutinariamente sobrevolaba a Gill. Cuando Gill no sobrepasaba volando a las secundarias rivales, que frecuentemente podía iniciar la jugada 20 yardas o más alejado de la línea de golpeo, era utilizado como carnada. Barto le dijo a Gill "simplemente arranca, vamos a ver qué sucede."
Las historias no tienen fin, pero las leyendas no son todas acerca de su velocidad. Durante su primera temporada con los "Command," cuando jugaba en la Arena Kemper en Kansas City, Raterink lanzó una ruta hacia adentro en la parte del campo donde están las marcas del carril central. Normalmente, el lanzamiento se supone que llevará al receptor hasta la pared, la atrapa, rebota en la pared y se lleva el campo por delante. En el último segundo Raterink vio que un apoyador venia sobre Gill y lanzó el pase más arriba, con la intención de sobrevolarlo. Pero Gill saltó por el balón, sus piernas se poyaron en la pared. Cayó sobre ellas y se perdió de vista.
Todo lo que Raterink escuchó fue un golpe contra el concreto. Pensó que tendría que llamar a los paramédicos.
"Saltó y saltó por encima de la pared y actuó como si no le hubiera afectado," dijo Raterink.
Cinco años después de desempolvar su sueño de futbol, Gill recibió una llamada. Scobey lo contactó en Marzo con dos preguntas: ¿Estás corriendo 4.2? ¿Sigues siendo el tipo que yo recuerdo?
Le dijo a Gill que los Cardenales querían trabajar con él, pero Gill tuvo un desgarre parcial en el tendón de la corva y el sueño parecía que moriría de nuevo. Gill solicitó tres semanas, un mes como máximo. Scobey accedió y los Cardenales invitaron a Gill para que regresara al mini campamento a finales de Abril.
A los Cardenales solo les tomó una sesión de entrenamiento para que les gustara lo que vieron. Después del primer entrenamiento, se le ofreció un contrato de tres años. Gill quedó boquiabierto.
"Tiene un elemento que no se puede enseñar, que es la velocidad," dijo el gerente general de los Cardenales Steve Keim. "El hecho de que sea un novato de 29 años de edad quien ha tenido que recorrer un largo camino para llegar hasta aquí, dice mucho acerca de su pasión, su deseo y su compromiso en general con el deporte.
"El entrenador (Bruce) Arians tiene cierta afinidad por los receptores que se pueden correr, así que eso le brinda una oportunidad y deberá ser divertido verlo en la pretemporada. Cuando uno conoce su historia y el camino que ha recorrido, no puede hacer otra cosa más que desearle éxito."
En una liga donde nada está garantizado, Gill se siente como en casa. No era un buen corredor de 400 metros cuando llegó a la Estatal de Texas y dejó a un campeonato de conferencia. Comenzó su carrera en la liga de futbol de salón (AFL) inactivo y se fue para perseguir una carrera en la NFL.
Para uno, el lograr ingresar a una rotación como receptor abierto que incluye a Fitzgerald, Andre Roberts y Michael Floyd podría ser el reto más difícil para Gill. Pero para Gill es sólo otro obstáculo. Ha hecho su carrera desafiando las expectativas de otras personas porque nunca ha estado satisfecho.
"Tener 29 años de edad y nunca haber jugado futbol americano universitario, las probabilidades no están de su lado," dijo Gill. "Sabía cuando llegué aquí que iba a ser otra prueba para mí. Lo veo como un reto.
"Tengo que probarlo. Me encanta. Todos los días me encanta."