La ofensiva de Cardenales fue inconsistente gran parte de la temporada, sin duda en comparación con la temporada anterior. Y a la luz del 2015 — cuando Cardenales rompieron la marca de la franquicia de puntos en una temporada con 489 — la mayoría de las temporadas sufrirían en la comparación. Sin embargo, al observar las conclusiones que arrojó esta temporada (y después de observar algunas estadísticas recopiladas por el gurú Mike Helm), una de las estadísticas que sobresale son los 418 puntos con los que Cardenales terminaron la temporada.
418.
No, no son 489, sin embargo, no están lejos de los 427 que el equipo del Súper Bowl 2008 alcanzó, 427 que fueron marca de la franquicia antes de que el equipo del 2015 los superara. De hecho, los 418 puntos que Cardenales anotaron esta temporada fueron la cuarta mayor cantidad en la historia del equipo. Y fue mayormente impulso de la ofensiva — equipos especiales no anotaron esta temporada, y la defensiva representó 22 puntos (tres regresos para touchdown y dos safeties).
El total contó con el impulso del resurgimiento al final, con 41, 34 y 44 puntos en los últimos tres partidos. No obstante, con todos sus problemas, Cardenales fueron limitados a 20 puntos o menos sólo en cinco ocasiones (y adecuadamente terminaron 0-4-1 en esos partidos.) Eso con todo y que la línea ofensiva parecía una banda de producción, especialmente al final cuando los puntos se dispararon, y con un cuerpo de receptores que rindió menos de lo esperado.
Como Ron Wolfley suele comentar, la capacidad de anotar proporciona esperanza. Cardenales tienen en su haber muchos años donde esas esperanzas no existían. La versión actual del equipo todavía permite esa esperanza.