El tema no es tabú en Tempe, eso es seguro. El Super Bowl XLIX, llegará a principios del próximo año después de la temporada 2014, se jugará en el Estadio University of Phoenix, y los Cardenales — después de 10 victorias la temporada pasada y una mejoría — han mencionado la posibilidad de jugar en el partido. Justamente la semana pasada, cuando se firmó al esquinero Antonio Cromartie y el presidente del equipo Michael Bidwill apareció con Cromartie en su conferencia de prensa, ambos aludieron a la idea.
"Buscas una organización con un equipo que ha sido contendiente en grande que va en busca de un Super Bowl," dijo Cromartie. "La oportunidad de jugar un Super Bowl en tu propio estadio habla de algo grandioso."
Pero el entrenador Bruce Arians tuvo que escucharlo de parte de los medios de comunicación nacionales el miércoles por la mañana durante la reunión de propietarios de equipos de la NFL, y no sólo qué se refirió a la idea, sino que enfatizó su creencia de que su equipo puede lograr tal proeza.
"Eso no me asusta," dijo Arians. "Jugamos bien al final de la temporada. Si podemos hacer eso al inicio, la confianza del núcleo del equipo está de regreso. Nuestro liderazgo está de regreso. Somos lo suficientemente talentosos. El talento no es problema. Se los dije el año pasado, pero no me lo creyeron hasta que fue demasiado tarde. No hay ninguna razón por la que no podamos ser el primer equipo en jugar un Super Bowl en casa. Absolutamente ninguna razón."
Arians nunca ha renunciado a tener confianza, tanto en sí mismo como en sus jugadores. Siempre coloca el listón muy alto.