El nuevo entrenador en jefe de los Cardenales Bruce Arians recibe su galardón como Entrenador del Año el sábado en la noche en Nueva Orleans después de conducir a los Potros a nueve victorias en 12 partidos durante su cargo interino en el 2012.
Las emociones se aglomeraban para Bruce Arians el sábado por la noche cuando fue nombrado Entrenador del Año de la NFL.
La distinción fue resultado de su trabajo con los Potros de Indianápolis, después de haber conseguido una marca de 9-3 como entrenador en jefe interino en lugar del entrenador en jefe titular Chuck Pagano quien batallaba contra la leucemia. Sin embargo, cuando estaba en el escenario aceptado el premio, Arians ya no era coordinador ofensivo de los Potros, sino que ya tenía dos semanas en su etapa como entrenador en jefe de los Cardenales de Arizona.
"Es difícil expresar con palabras," dijo Arians en una entrevista telefónica después de la ceremonia en Nueva Orleans la víspera del Súper Tazón. "Fue un año increíble. Ver a todos los jugadores y a la gente de Potros ahí, (el receptor de Potros) Reggie (Wayne) esta noche … pero estoy muy emocionado de que llegue el lunes. Muy emocionado de regresar a Phoenix y seguir avanzando."
Arians dijo que los Cardenales se encuentran en "buen estado" de cara a la temporada baja. El cuerpo técnico está en su lugar – un anuncio oficial podría publicarse el lunes o martes – y la primera reunión de personal está prevista para el martes.
"(El gerente general) Steve (Keim) ha estado buscando en la agencia libre," dijo Arians. No estamos retrasados en absoluto."
Arians no fue el único Cardenal involucrado en las premiaciones y honores del sábado previo al Súper Tazón. El ex esquinero Aeneas Williams estuvo entre los 10 finalistas al Salón de la Fama por segundo año consecutivo, a pesar de que Williams no fue elegido para ingresar.
El receptor abierto de los Cardenales Larry Fitzgerald fue uno de los tres finalistas para el premio Hombre del Año de la NFL. Ese honor, no obstante, fue para el ala cerrada Jason Witten de los Vaqueros de Dallas.
Arians representó un ganador para los Cardenales, aunque fuera por ósmosis. Arians ha hablado muchas veces de lo que la temporada pasada en Indianápolis significa para él. La temporada, sin embargo, también abrió la puerta para que Arians de 60 años de edad consiguiera su primer trabajo como entrenador en jefe.
"Los vínculos que se crearon (este año en Indianápolis) nunca se romperán," dijo Arians, que se refirió a la temporada como una muy diferente a cualquier de todas las que había entrenado en sus más de 30 años en el negocio.
"Tenía que ser algo especial para mi partida y cuando conocí a (al presidente de los Cardenales) Michael Bidwill y a Steve Keim, eso fue muy especial y una gran oportunidad."
Con el premio del sábado, la transición de su reciente temporada con los Potros es de alguna manera un tipo de cierre mientras se dispone a afrontar su creciente trabajo con los Cardenales.
"Todas esas cosas son, crema batida y una cereza en la parte superior," dijo Arians. "Es el último capítulo de una historia increíble, pero ahora no puedo esperar para enfrentar la siguiente."