En estas fechas hace un año, el coordinador ofensivo de los Potros de Indianápolis Bruce Arians presentó en una conferencia de prensa con los medios de comunicación de Arizona, de la misma manera como lo habían hecho unos días antes el coordinador ofensivo de los Bengalíes Jay Gruden y el coordinador ofensivo de los Halcones Marinos Darrell Bevell, comentando sobre su entrevista con los Cardenales, y lo bien que había ido, y cómo él pensaba que estaba listo para convertirse en entrenador en jefe. Más tarde esa noche, Arians — a diferencia de Gruden, Bevell y algunos otros candidatos para reemplazar a Ken Whisenhunt — acordó ser el próximo entrenador en jefe de los Cardenales.
Ha pasado un año. "Será un buen equipo," dijo Arians poco tiempo después de asumir el puesto. "Equipo es lo que se necesita." Arians nunca vaciló en esa creencia, sembrándola en los jugadores. "Entrénalos duro y abrázalos después" fue el lema que aprendió Arians del legendario entrenador de Alabama Bear Bryant (donde Arians fue parte del equipo de entrenadores en los dos últimos años de la carrera de Bryant) y el cual sigue siendo su filosofía. Arians puede triturar a un jugador en el campo durante el entrenamiento y reír con ese mismo jugador momentos después, cuando el entrenamiento ha terminado. Fue intenso, ciertamente emocional, pero se divirtió no sólo con su equipo, sino que hablando de su equipo. Lo más importante, lo dijo desde el principio, que su equipo competiría con Seattle y San Francisco potencias de la NFC Oeste, y así fue.
"No hay duda que Bruce tiene una habilidad única," dijo el gerente general Steve Keim. "No he estado alrededor de muchos entrenadores durante mi tiempo en este negocio que tengan la capacidad de llevar a los jugadores casi a punto de desvanecer y sin embargo, al final del día, estos mismos jugadores están encantados y quieren jugar para él. Creo que estos individuos lo respetan, respetan a los entrenadores que ha contratado, y saben que él está tratando de ponerlos en posición para tener éxito."
Arians consiguió 10 victorias en su primer año como entrenador de los Cardenales. Sólo Norm Barry, quien logró 11 en 1925, cuando la NFL estaba muy distante todavía de ser la NFL, ha logrado más victorias en su temporada de novato como entrenador de los Cardenales. El día de la conferencia de prensa de Arians ya oficialmente como entrenador en jefe de los Cardenales, Keim dijo que a él y al presidente del equipo Michael Bidwill les agradaba la personalidad y la energía de Arians. Eso se impregnó en el edificio desde el momento que Arians llegó. A un año de su arribo, se ha convertido exactamente lo que los Cardenales necesitaban.