David Johnson corredor de Cardenales espera su turno durante la práctica de bateo de Diamondbacks el jueves por la tarde.
David Johnson no quería parar.
El corredor de Cardenales tuvo práctica de bateo con Diamondbacks el jueves por la tarde, ya pesar de conectar sólidamente un par de lanzamientos, no pudo consiguió un vuelacercas en dos rondas de intentos.
Cuando le dijeron que no habría una tercera ronda en la caja de bateo, una frustrada resignación se notó en su rostro.
"Simplemente no pude enviar una detrás de la barda," dijo Johnson. "Conseguí mandar un par a terreno de los jardineros, pero requería jonrones."
Johnson tenía una ambiciosa meta de varios jonrones, aunque las expectativas probablemente deberían haber sido más moderadas ya que la última vez que abanicó un bate fue hace una década, cuando intentó – y no consiguió – ser parte del equipo de baseball en su primer año de preparatoria.
Después de enterarse de que a otros Cardenales no les había ido muy bien en la caja de bateo en años anteriores, Johnson admitió que era difícil intercambiar las hombreras por un bate. Aunque el fuego competitivo siempre se enciende, por lo que lamentó no haber ido a las jaulas de bateo en días recientes para eliminar la oxidación.
Es esa determinación la que lo puso contento luego de escuchar los comentarios de Bruce Arians la semana pasada, cuando el entrenador de Cardenales se refirió a la idea de poner el balón en manos de Johnson 30 veces por partido durante el 2017.
El número es elevado y podría ser difícil de conseguir. Además, hay leyendas que advierte sobre corredores que decayeron luego de recibir temprano en sus carreras cargas pesadas de trabajo. Johnson, sin embargo, no tiene reparos en ser ampliamente utilizado.
"Aún estoy joven," dijo Johnson. "Todavía estoy bajo mi primer contrato. Así que siento que puedo manejar 30 toques de balón. Lo hice el año pasado, básicamente, corriendo y atrapando el balón fuera del backfield." Johnson dijo que no se sentía desgastado al final de los partidos la temporada pasada, incluso cuando se convirtió en el punto focal definido de la ofensiva. Lideró a la NFL en toques de balón, promediando más de 23 por partido.
"Nunca me agoté," dijo Johnson. "En partidos contra tenaces defensivas como Seattle y Rams, pude haber sentido un poco de dolor, aunque eso sucede hasta que la adrenalina baja. Nunca me he sentido realmente abatido."
Johnson ha sido un prodigio atlético en sus dos temporadas con Cardenales y era justo preguntarse si trasladaría eso a la caja de bateo el jueves.
No lo consiguió, aunque Johnson se marcó a sí mismo un "out" cuando fingió indignación frente a los lanzadores de Diamondbacks por permitirle realizar su primera ronda de bateo sin utilizar guantes de bateo o un protector de pulgar. Mejoró la segunda vez, pero no lo suficiente.
"Realmente requiero trabajar en mi coordinación manos-ojos," dijo Johnson, quien más tarde realizó el primer lanzamiento. "Probablemente poncharía más de lo que le pegué a la pelota."
A los altos mandos de Cardenales no les importó un ápice lo bien que Johnson le pegó a la pelota. Sólo quieren verlo correr con ella. Johnson está más que listo.
"Simplemente me gusta tener el balón en mis manos," dijo Johnson. "De cualquier manera Bruce Arians está pensando precisamente hacer eso, estoy más que listo."
Images of Cardinals running back David Johnson taking batting practice and throwing out the first pitch at Chase Field