Ningún entrenador de Cardenales ha ganado su primer partido con la franquicia desde 1979, cuando el jefe interino Larry Wilson triunfó en su debut durante un mes de Diciembre.
Tanto Ken Whisenhunt como Bruce Arians perdieron sus primeros partidos, aunque eventualmente se convirtieron en los dos entrenadores más exitosos que han tenido Cardenales. Y ahí es a donde Steve Wilks ahora quiere apuntar, luego que también falló en su intento inicial el domingo en el Estadio State Farm – una decepcionante derrota 24-6 contra Washington en la que poco salió bien en ambos lados del balón.
"Como le dije a los jugadores (en los vestidores), este juego no define la temporada," expresó Wilks.
Ese era el mensaje, como era de esperar, venia de todos los rincones del plantel. Tenía que ser así, porque ningún equipo querría que esta definición se vinculara a ellos durante toda la temporada.
Se suponía que Cardenales (0-1) debían iniciar defendiendo contra el acarreo, y no pudieron, permitiendo a Redskins (1-0) 182 yardas terrestres, incluyendo 96 (en 26 acarreos) del ex Cardenal Adrian Peterson. Se suponía que serían impulsados por uno de los mejores corredores en la liga, David Johnson, quien tuvo un buen inicio y quien después se autocriticó por su deficiente juego. Se suponía que debían tener un juego aéreo basado en la precisión del mariscal de campo Sam Bradford – excepto que Bradford falló demasiado y la ofensiva generó algo cuando ya era demasiado tarde.
El pateador de despeje Andy Lee estuvo excelente, promediando 46.2 yardas netas por patada en cinco despejes, y promedio general de 52.6 yardas por despeje. Aunque Cardenales no pueden tener a Lee como su súper-estrella.
"No hay razón para entrar en pánico," señaló el tackle defensivo Corey Peters. "Aunque esto no está nada bien. No es aceptable. Todos debemos dar un buen vistazo al espejo y señalarnos con el dedo a nosotros mismos y nuestra responsabilidad en esto, porque cuando fallamos a este nivel, no es una persona, ni una unidad. Todo mundo tenemos algo de culpa en esto."
Johnson parecía tomarlo más personal que la mayoría. El corredor firmó su nueva extensión de tres años por $40 o más millones el sábado por la noche, sin embargo, cuando estuvo disponible para hablar sobre eso con los medios, tuvo poco significado en este momento.
"Ni siquiera estoy pensando en el contrato," señaló Johnson. "Estoy pensando en la derrota, lo que hice mal, los errores mentales, las atrapadas fallidas y lo mal que jugué."
Johnson lució excelente en un par de acarreos al inicio, no obstante, Cardenales solo pudieron ejecutar 14 jugadas ofensivas – una de ellas la rodilla contra el pasto – en la primera mitad que finalizó con Washington arriba en el marcador 21-0. Para el receso de medio tiempo, Redskins tenían 22 primeros y diez contra 2 de Cardenales, y 261 yardas contra las 36 de Cardenales.
Johnson terminó con 37 yardas por tierra en nueve acarreos y el solitario touchdown de Cardenales, agregó cinco atrapadas para 30 yardas más. Larry Fitzgerald lideró a los receptores con siete recepciones para 76 yardas y fue blanco en 10 ocasiones, la mayor cantidad en el equipo. Más allá de eso, sin embargo, la ofensiva fue silenciada.
Bradford terminó con 20-de-34 para 153 yardas y una intercepción. Cardenales corrieron algo de su ofensiva-sin-reunión en la segunda mitad y encontraron algo de ritmo, pero el pozo en el que habían caído era demasiado profundo.
"Corrimos 13 jugadas en la primera mitad," señaló el guardia Justin Pugh. "Eso no te va a ganar ningún partido."
"No puedes presionar," agregó Pugh. "Cuando presionas, suceden cosas malas." Lo he visto antes. Vamos a ver las grabaciones del juego, regresaremos más fuertes, más unidos y aprenderemos de eso. Eso es todo lo que podemos hacer."
Redskins controlaron la línea de golpeo. El mariscal Alex Smith estuvo magistral, entregando el balón a Peterson o al veloz Chris Thompson (65 yardas en cinco acarreos) o mostrando su constante juego por pase (21 de 30, 255 yardas, dos touchdowns, cero intercepciones).
Tal vez Smith pudo haber sido empujado a situaciones más problemáticas, sin embargo, Washington simplemente corrió cuando lo requerían.
"No fue lo suficientemente bueno, no fue lo suficientemente bueno en absoluto," expresó Wilks, señalando que un tackleo deficiente fue problema. "Estás hablando de casi 200 yardas por tierra, inaceptable."
Peterson (70 yardas en dos recepciones) y Thompson (63 en seis) también laceraron a Cardenales por aire.
"Adrian Peterson llegó a hacer su trabajo," dijo el linebacker Josh Bynes. "No hicimos el nuestro."
La frustración fue evidente entre la multitud, y dejaron por momentos que Cardenales se enteraran.
"Escuchamos los abucheos," comentó el esquinero Patrick Peterson. "Quiero decir, no les dimos nada bueno para ver durante el juego."
Cardenales, por definición, planean cambiar eso la próxima semana. Tiene un viaje a Los Ángeles, para enfrentar a los Rams favoritos de la NFC Oeste. Eso es lo que sigue. La oportunidad contra Washington se ha ido ahora, independientemente de cómo se jugó.
"Lo único que está garantizado ahora es que no tendremos marca de 16-0," señaló Fitzgerald. "Volveremos a trabajar mañana, haremos las correcciones y estaremos listos."