Viviendo con la derrota: el mariscal de Cardenales Kurt Warner abandona el terreno de juego después del Super Bowl XLIII, el apoyador de Halcones Marinos Bobby Wagner abandona el terreno de juego después del Super Bowl XLIX.

La decepción es inmensa, sobre todo cuando estás tan cerca de ganar.

Una derrota en el Super Bowl, puede dejar a un equipo tambaleándose. Los Halcones Marinos ahora conocen ese sentir, luego de quedarse a una yarda de lograr un segundo título consecutivo y habiendo sido despojados de él en un instante. Los Cardenales entendieron eso muy bien después del Super Bowl XLIII, hace seis años.

Por supuesto que los paralelos no son exactamente los mismos. Los Halcones Marinos estaban a la ofensiva mientras el reloj expiraba, todavía en control de lo que podría suceder, antes de que Russell Wilson lanzara su fatal intercepción. Los Cardenales celebraron el increíble touchdown de 64 yardas con la atrapada y escapada de Larry Fitzgerald para tomar la delantera contra Acereros en aquel partido, no obstante, quedaban dos minutos, 37 segundos en el reloj de juego y había tres puntos de diferencia. En un mundo NFL, donde ambos equipos anotaron touchdowns en los dos últimos minutos de la primera mitad la noche del domingo, 2:37 es una eternidad, mirando en retrospectiva.

Independientemente de cómo sucedió – si fue una fantástica lectura de un pase sesgado o si Santonio Holmes solo tocó con la punta de sus zapatos, o incluso si fueron tres pases incompletos consecutivos desde la yarda 5 en 

el último minuto, que fue lo que le sucedió a los 49's después la temporada 2012 – las secuelas no son fáciles de enfrentar.

Los Halcones Marinos de hecho ya tienen un anillo en su currículo, sin embargo, eso no impidió que muchos jugadores cuestionaran abiertamente la orden de la jugada final que no fue para el corredor Marshawn Lynch. En una derrota tan cerrada, estás en busca de respuestas. Podría incluso, no haber sido la última jugada. Para los Cardenales, fue difícil no solo preguntarse sobre la forma en que los rivales consiguieron puntos al final de la primera mitad, sino como de alguna manera le permitieron a James Harrison regresar 100 yardas hasta el otro lado en la última jugada del segundo periodo.

Las costras nunca sanan totalmente.

Ambos equipos tienen siempre preparada una gran fiesta en el hotel donde se concentraron para después del partido. Eso tiene mucho sentido si el equipo gana. Si pierde, es un asunto mucho más moderado, un lugar para ahogar las penas. (No es como si uno se desenchufara en el último minuto.) De tal manera fue la fiesta de los Cardenales después del Super Bowl XLIII, de lo único que todo mundo hablaba era de los si hubiera – al mismo tiempo que era difícil pensar en que decir exactamente cuándo se cruzaba en el camino un jugador o entrenador.

A la mañana siguiente en el avión, fue la constatación de que, independientemente de lo fabuloso que había sido el recorrido, los cambios se avecinaban. A pesar de que nada había sido anunciado oficialmente, se había estado manejando durante mucho tiempo que el coordinador ofensivo de los Cardenales Todd Haley aceptaría el puesto como entrenador en jefe de los Jefes de Kansas City. Mientras Haley abordaba el avión el lunes era felicitado acerca de lo que estaba por venir. Ken Whisenhunt concedió una breve entrevista para hablar de las secuelas, pero definitivamente no era un tema en el que quería profundizar demasiado. No en ese momento.

Al igual que con los Cardenales, los puestos de coordinador de los Halcones Marinos serán tema de conversación de cara a la temporada baja. No sólo Haley pasó a convertirse en entrenador de los Jefes, sino que además Whisenhunt dejó ir al coordinador defensivo Clancy Pendergast también.

Para los Halcones Marinos, el coordinador defensivo Dan Quinn, como sucedió con Haley, partió rumbo a Atlanta para tomar el puesto de entrenador en jefe de los Halcones. Por su parte, el coordinador ofensivo Darrell Bevell – quien fuera el último en entrevistarse para el puesto de entrenador en jefe de los Cardenales en el 2013 antes de que Bruce Arians apareciera para quedarse con la posición – estará bajo la mira por largo tiempo por la decisión de lanzar el balón en la yarda 1 de  Nueva Inglaterra. Habrán de pasar una o dos semanas, antes de que todo eso se vaya por el resumidero totalmente.

De nuevo, el hecho de que los Halcones Marinos ya hayan ganado un título aminora el dolor. Sin embargo esa es la otra cara cuando se llega al Super Bowl – la próxima temporada, y la preparación para llegar allí, ya están aquí. El Combinando para Exploradores de Talento comienza en tan sólo un par de semanas. La agencia libre está a sólo un mes de distancia. En el caso de los Halcones Marinos, los rumores sobre un nuevo contrato para el mariscal de campo Russell Wilson y cómo afectará su tope salarial serán tema candente.

Los Cardenales son una de las pocas historias exitosas de entre los recientes perdedores del Super Bowl, no sólo mejoraron su marca de la temporada anterior (los Cardenales ganaron 10 juegos en 2009, después de terminar 9-7 en el 2008), pero solo ganaron un partido de postemporada. Un año más tarde, la búsqueda de los Cardenales por llegar a otro Super Bowl terminó en Nueva Orleans contra el equipo que finalmente ganó el título.

Los Halcones Marinos están estructurados para continuar ganando. Ya están previstos como favoritos en toda la NFL para ganar el campeonato en el 2015. Eso está bien y es bueno, pero no les extirpa la espina todavía.