El safety Rashad Johnson (49) golpea al ala cerrada de Halcones Marinos Zach Miller el domingo aunque no consiguió evitar el touchdown de 24 yardas al final del segundo periodo, durante la victoria de Seattle 58-0 sobre Cardenales.
SEATTLE – No se trató de cual mariscal de campo debía jugar, o una estrategia al final del partido, o sobre las oportunidades no aprovechadas por los Cardenales el domingo.
Ningún análisis profundo fue necesario. No con cada unidad abatida. No después de que los Cardenales tuvieron su peor actuación en la era Ken Whisenhunt, una derrota de 58-0 ante los Halcones Marinos en el Estadio CenturyLink.
"Yo nunca he muerto antes," dijo el corredor Beanie Wells en un silenciosos vestidor," pero es como una muerte dolorosa".
Los Cardenales perdieron su noveno consecutivo, un juego que en realidad empezó bien por breves momentos antes de que se suscitara la primera de las ocho pérdidas de balón que inició el derrape. Para cuando todo terminó, los Halcones Marinos habían corrido para 284 yardas y había muy poco que decir.
"Permítanme comenzar pidiendo una disculpa a nuestros aficionados y todos a todos aquellos relacionados con nuestra organización," dijo Whisenhunt. "Fue vergonzoso lo que sucedió hoy.
"Se la debemos a nuestros aficionados, nuestros partidarios, por no ofrecer un mejor producto."
Whisenhunt, volvió a ser cuestionado sobre la situación de su puesto, dijo que no había hablado con nadie en la organización acerca de su futuro. Reiteró que su porvenir no era una preocupación, ya que es algo que no puede controlar.
"Todos conocemos este negocio," dijo Whisenhunt. "He sido parte de el hace mucho tiempo como jugador y como entrenador. No estoy preocupado por eso."
Después de una actuación como la del domingo, sin embargo, el tema era inevitable.
"Uno trata de no pensar en eso, pero en cierta medida es inevitable," dijo Wells. "Cruza por la mente de todos. No sólo los cambios en el cuerpo de entrenadores, sino también los cambios entre jugadores. Los compañeros están preocupados por su trabajo."
El receptor abierto Larry Fitzgerald añadió, "Estamos jugando por nuestro trabajo. Hay mucho en juego."
Por un momento, parecía que los Cardenales (4-9) iban a estar bien. El mariscal de campo John Skelton se conectó con el receptor Andre Roberts dos veces en la primera posesión, y los Cardenales estaban moviendo el balón. Pero un pase en tercera oportunidad para Fitzgerald rebotó en sus manos y en las manos de un par de defensores de Halcones Marinos antes de que el linebacker Bobby Wagner lo interceptara y lo regresara hasta la yarda 14 de Arizona en la primera pérdida de balón del día.
Con todo y eso, la defensiva limitó a solo un gol de campo. Pero a partir de eso, el juego se definió. Los Cardenales tuvieron seis pérdidas de balón solamente durante la primera mitad, lo que permitió a los Halcones Marinos (8-5) conseguir 38 puntos. Skelton, de regreso en la alineación para remplazar a Ryan Lindley, perdió el balón cinco veces. Skelton fue interceptado cuatro veces, y perdió un balón suelto.
Lindley terminó ingresando por Skelton en el tercer periodo, y en su primer avance, perdió el balón luego de ser capturado. Whisenhunt aún no pudo responder quien sería su mariscal de campo la próxima semana contra Detroit, utilizando un poco de "humor negro" cuando un periodista le hizo la pregunta.
"¿Usted Juega?" Dijo Whisenhunt.
"Seamos realistas, en esta liga, parte de nuestros conflictos han sido relacionados a esa posición," agregó Whisenhunt. "Tienes que tener a alguien ahí que pueda encubrir otras áreas."
No fue sólo la ofensiva, que únicamente consiguió 154 yardas, los que estuvieron en apuros. La defensiva permitió casi 500 yardas. El esquinero Patrick Peterson logró su sexta intercepción de la temporada, pero en equipos especiales, soltó el balón en dos regresos de patada, los cuales los Halcones Marinos terminaron convirtiéndolos en touchdowns.
"No cubrimos bien los espacios, estaban volado un par de asignaciones (defensivamente) durante los pases largos," dijo Peterson. "No jugamos bien en ninguna fase. Ha sido una difícil, larga, brutal temporada. Tenemos que encontrar una manera para salir de ella."
Los Halcones Marinos terminaron jugando lo que ellos consideraron un juego casi-perfecto.
"Es algo difícil, en la NFL, hacer lo que hicimos hoy," dijo el mariscal de campo de los Halcones Marinos Russell Wilson.
Los Cardenales tuvieron un terrible partido fuera de casa en Nueva Inglaterra en el 2008 con Whisenhunt como entrenador, una derrota 47-7 que terminó sirviendo como un punto de expulsión para la carrera hacia el Súper Tazón de los Cardenales después de que Whisenhunt resonara el látigo la siguiente semana en el entrenamiento.
Sin embargo aquel equipo ya había asegurado el título de la división. El equipo actual sabe que sólo le restan tres partidos.
"Fue como una patada en el trasero, es todo lo que puedo decir," expresó Skelton. "Es vergonzoso. Pero yo creo que la gente en los vestidores tiene el suficiente orgullo para salir en estas tres últimas semanas."
Whisenhunt expresó su creencia de que sus jugadores responderán bien y estarán listos para Leones. Eso fue en general el tema de sus jugadores también, que tuvieron bastante tiempo para absorber la derrota para cuando había terminado y las entrevistas comenzaron.
Sobre este punto, el liniero defensivo Nick Eason dijo, todo lo que los Cardenales pueden hacer es regresar a trabajar esta semana. Los últimos tres partidos deberán jugarse, tal manera que los Cardenales también podrían ver que pueden arreglar.
"Si no sales y juegas bien en todos los cilindros contra un buen equipo, las cosas pueden salirse de control," dijo Fitzgerald. "Obviamente, nunca pude imaginar algo como esto."