J.J. Nelson llevaba una bolsa de hielo en su costado, cortesía del primer golpe que recibió el domingo. El último le dejó más un moretón mental – ese durante el cual parecía que el receptor conseguiría el touchdown final atrapando un pase de 29 yardas de Carson Palmer, el mismo touchdown que fue anulado y marcado como balón suelto luego que la repetición mostró a Nelson soltando el balón dentro de la zona final.
"Sólo estaba intentando hacer una jugada, poner el balón dentro de las diagonales (cruzando la línea de gol)," dijo Nelson, sacudiendo la cabeza. "El tipo me golpeó, y consiguió una buena jugada."
El touchdown no habría hecho una diferencia real, aunque hubiera sido mejor terminar anotando. La derrota en Filadelfia no podía haber sido más desastrosa (aunque alguien en Twitter sugirió que se trataba del peor juego de Cardenales en los últimos 10 años, y caramba, es asombroso que alguien pueda olvidar el viaje del 2012 a Seattle). Todos los problemas actuales de Cardenales fueron puestos al descubierto: fracaso en el acarreo, problemas en la línea ofensiva, incapacidad para anotar, permitir demasiadas jugadas de gran ganancia – y luego se suma una débil defensiva en tercera oportunidad. Eagles no sólo estaban convirtiendo en tercera oportunidad, sino que en tercera y larga distancia por avanzar.
El golpe devastador, a pesar de que el juego estaba básicamente asegurado a esas alturas, fue el TD de 72 yardas en situación de tercera y 19, con el bombardeo de Cardenales sin poder llegar al mariscal. Ese fue un asunto frecuente. La presión sobre el mariscal rival dio un paso atrás, y si eso se debió o no a la ausencia de Markus Golden o a algo más trascendental, no es una buena señal.
Bruce Arians asumió la culpa un par de veces en su conferencia de prensa. Dijo que no tenía a los Cardenales listos para jugar. Desde un nivel de 40,000 pies, parece una evaluación apropiada.
— La línea ofensiva inició con Earl Watford como guardia izquierdo titular. En un momento dado, cuando el tackle derecho Jared Veldheer tuvo que salir brevemente por una cuestión con la rodilla, la línea fue de tackle izquierdo a tackle derecho, John Wetzel, Watford, A.Q. Shipley, Evan Boehm y el novato Will Holden. Veldheer regresó al juego, aunque Arians dijo que Veldheer estará adolorido (dijo lo mismo sobre el tackle defensivo Corey Peters, que también salió un tiempo del juego por una cuestión en su rodilla).
Si Veldheer está bien, y tal vez D.J. Humphries y Alex Boone pueden regresar la próxima semana ...
— Dio la impresión de que Arians se aferró un poco más a correr el balón. Aunque todavía no fue productivo. Sólo 2.2 yardas por acarreo.
— Larry Fitzgerald continúa estableciendo marcas. No tuvo ninguna recepción por un buen tiempo hasta que consiguió una atrapada para hilar 200 juegos consecutivos con al menos una recepción. Terminó el partido con seis recepciones para 51 yardas.
— Cardenales han perdido al centro largo Aaron Brewer con una muñeca/mano rota, señaló Arians. Así que estarán buscando a uno en el mercado. Josh Mauro y Boehm lo reemplazaron y lo hicieron bien. Aunque el gol de campo bloqueado fue resultado del saque de balón. No estaba mal, sólo fue una centésima más lento de lo habitual – que es todo lo que ocupa el tipo que ingresa por el extremo.
— Haason Reddick jugó en parte como linebacker exterior, aunque estuvo teniendo problemas para superar el bloqueo cuando buscaba presionar al mariscal. Definitivamente habrá una curva de aprendizaje allí.
— Palmer no tuvo malas estadísticas, aunque podría haber sido el caso. Casi fue interceptado en tres ocasiones en jugadas que fueron desarticuladas por sus receptores. Nelson tuvo una y John Brown dos, mostrando dos diferentes habilidades de esquinero. En el primero Smoke hizo buen trabajo simplemente derribando el balón. El segundo estaba en las manos de Jalen Mills – y Brown calculó perfectamente su golpe, arremetiendo fuertemente con su cuerpo sobre Mills mientras decencia, obligándolo a soltar el balón.
Fue un día para para identificar tales rayos de luz.
