El entrenador de mariscales de campo Chris Miller (izq.) abraza a Kurt Warner -- ¿despedida? -- al final de la derrota de Cardenales en postemporada con la que concluyó su temporada en Nueva Orleans.
Durante las últimas temporadas, el retiro nunca ha estado lejos de la mente de Kurt Warner.
El tema surgió desde Octubre del 2006, cuando aseguraron al entonces-novato Matt Leinart como titular y Warner contemplaba la posibilidad de alejarse del juego al final de la temporada en vez de permanecer como respaldo.
Cada año desde entonces, ha sido una consideración, incluso luego de que su carrera ha disfrutado de un resurgimiento.
"No pienso que uno quiera permanecer demasiado," dijo Warner después del juego de semifinal en la ronda de Comodines, "pero uno nunca quiere retirarse antes de tiempo."
En algún momento durante las próximas semanas, se espera que Warner declare una vez más si se queda o se va. El rumor a voces die que es probable que se reitre, pero esa referencia fue desacreditada prácticamente por el mismo Warner el domingo cuando admitió que estaba listo para retirarse después del Súper Tazón la temporada pasada – para luego cambiar de parecer unos días más tarde.
Hay una razón por la que Warner se mantiene diciendo que no quiere hacer una decisión emocional sobre su partida. Es debido a la emoción del final de la temporada – el haber sido vapuleado física y mentalmente, por meses y con tanto tiempo alejado de la familia que tanto quiere – lo llevarían a no seguir mas.
En última instancia, Warner dijo que la decisión de jugar o no se resume a "quiero" – desde adentro, un deseo de poner el trabajo que requiere para manejar el cuerpo y la mente por otra temporada al nivel al que se desea jugar, y el deseo de poner su bienestar físico en riesgo otra vez.
Los diversos factores implicados con la decisión llevan consigo diferente peso. Una mirada a algunos de esos probables incluidos en el proceso del pensamiento.
--Warner desea pasar tiempo con su familia. Bromeó acerca de cómo sus niños están divididos en el tema – los muchachos disfrutan por tener a Papá jugando en la NFL, las niñas no tanto – pero hay una pequeña pregunta que a él le duele cada vez que tiene que salir de la ciudad, o ir al campamento de práctica o pasar incontables horas en el cuartel general del equipo. La oportunidad de recuperar todo ese tiempo en sus vidas será delicioso (y es la razón por la que Warner nunca seria asistente de entrenador, un sueño al que muchos aficionados todavía se apegan).
--Las conmociones cerebrales, y más comúnmente los golpes que recibe en la bolsa, son una preocupación. Warner siempre ha deseado salir del juego relativamente sano, y la realidad no siempre se acomoda bien a él (por ejemplo, su reacción emocional a la fractura facial de Anquan Boldin en Nueva York en el 2008 y su pensamiento inmediato de que deseaba retirarse después de la temporada).
La perspectiva cambio drásticamente esta temporada cuando sufrió la conmoción cerebral en San Louis. Con todo lo que se ha dicho en la liga relacionado con los efectos de las conmociones a largo plazo, Warner lo tomó muy a pecho. No estaba contento con lo que percibía cuando los defensores iban intencionalmente sobre su cabeza una vez que regresó al campo (incluyendo un par de ocasiones contra Santos).
--Warner a dicho en muchas ocasiones que el dinero y su contrato realmente no tienen un impacto. Lo creo. Pero el también está en posición de ganar $4 millones en salario si regresa y los Cardenales pueden, en teoría, intentar y recuperar una parte prorrateada de su bonificación por firmar –que serian otros $7.5 millones – sí se retira. Warner tiene más dinero del que él necesitará jamás, pero por el tipo de trabajo caritativo que planea llevar a cabo el resto de su vida, otros $10 millones irían por un largo camino.
Están sus compañeros de equipo, por supuesto, y cualquier obligación que el pueda sentir por ellos. Eso nunca va a triunfar sobre su familia, pero si lo piensa Larry Fitzgerald esta simplemente sentando con los brazos cruzados sin dejarle saber a Warner constantemente cuanto él desea que Warner regresara, que él nomas se está haciendo el ingenuo. Hay una pequeña cuestión los Cardenales todavía tienen equipo para ganar la división Oeste de la Conferencia Nacional y concebible contendiente para el Súper Tazón. Sería difícil renunciar a todo eso – especialmente cuando Warner sabe que es una pieza clave en tal ecuación.
--Y eso lleva a lo que pudo ser, aparte de la familia, la parte más importante del rompecabezas: la propia competitividad y aniquilación atlética de Warner.
El juego de Warner lo dicta claramente el sigue siendo uno de los mejores en la NFL. El no se ha escurrido, y todavía tendrá todas las armas a su alrededor la próxima temporada – con 39 años de edad— para aparentemente jugará bien otra vez. Warner es una estupenda persona, pero además tiene su orgullo y el salón de la fama es claramente importante para él, mientras que pareciera que el caso Warner para el Salón es ya sólido, otra buena temporada puede contribuir a su legado.
Además, él todavía ama el juego. ¿Todo lo que el juego implica? quizá no todo. Pero los partidos todavía son importantes para él, así como lo es la búsqueda de un campeonato. Una vez que usted se va, eso se va para siempre (asumiendo que su nombre no es Brett Favre)
Uno no quiere permanecer demasiado tiempo. Pero tampoco quiere retirarse antes de tiempo.
"La parte difícil," dijo Warner, "es tratar de figurar todo esto."
Para los Cardenales y sus aficionados, la parte difícil es tener que esperar para escuchar lo que finalmente Warner va a decidir.