Si John Skelton solo supiera como iniciar más rápido. "Si yo pudiera," dijo el mariscal la semana pasada, "Lo arreglaría."
Sin embargo, no sabe cómo. Tampoco lo saben los entrenadores por ahora. (Intentaron una ofensiva exprés sin reunión al principio en Cincinnati. No funcionó.) Es muy extraño, no que Skelton juegue mejor al final de los partidos sino que exista tal discrepancia en lo mucho mejor que juega al final. ¿Es la inexperiencia o la falta de una temporada baja con la suficiente cantidad de repeticiones (las pocas que consiguió como novato en su temporada baja no afectada por el paro laboral), como sugiere el entrenador en jefe Ken Whisenhunt? Posiblemente. Pero es difícil determinar por qué Skelton repentinamente se convierte en todo un Brady en los 15 minutos finales (si, él es comparado con Tebow, pero Skelton recientemente suele pasar mejor el balón que Tebow) cuando pudo ser muy John Navarre antes de eso.
Le pregunté al entrenador en jefe Ken Whisenhunt si había visto alguna vez un mariscal con tan gran diferencia entre el primero y el cuarto periodo. "Lo estoy viviendo," dijo Whisenhunt. "Estoy pasando por esa situación ahora mismo.
"Lo hemos visto con otros mariscales de campo jóvenes. Cuando te involucras con eso tanto como le estamos nosotros, cuando es el equipo y vemos que está sucediendo todo el tiempo, es obviamente más relevante. Hay mariscales de campo jóvenes que los ves teniendo un buen partido y luego uno realmente malo."
Es verdad. ¿Pero todo en una misma tarde? Contra los Bengalíes, Skelton logró calificación por pase de 18.0 en los primeros tres periodos. En el periodo final logró 112.8, una impresionante diferencia. A lo largo de la temporada, no hay comparación: Skelton en el cuarto periodo y en tiempo extra, comparado con el resto del tiempo de juego:
Volando Más Alto Que Nunca
Los Cardenales ganaron su cuarto partido al hilo apaleando a los Jets 31-6.