El receptor abierto Larry Fitzgerald celebra su atrapada de 32 yardas en tiempo extra con la que puso en rango de gol de campo a Jay Feely para ganar el partido 20-17 en tiempo extra sobre Cleveland.
El guion de los Cardenales ciertamente no ha cambiado: Inicio lento de la ofensiva, defensiva jugando sólido para mantener el partido cerrado, la ofensiva se reincorpora lo suficiente para poner de regreso al equipo en la pelea, una o dos grande jugadas para fabricar un empate, y luego los Cardenales ganan en tiempo extra.
Usted sabe, como ellos se las ingenian.
"En la banda siempre estamos diciendo, 'No vamos a perder este partido,' " dijo el tackle defensivo Darnell Dockett después que los Cardenales ganaron, 20-17, sobre Cleveland en el Estadio University of Phoenix el domingo. "Siempre tenemos esta clase de partidos. Es solo otra piedra en el camino."
Ciertamente, no hay nada normal acerca de como los Cardenales (7-7) están manejando sus negocios en estos días salvo que han creado una nueva norma de cómo mantener vivas las esperanzas de la postemporada. Pasar de seis derrotas consecutivas al inicio de la temporada a la actual racha de cuatro juegos ganados al hilo – la primera vez desde 1999 – es impresionante por sí mismo, sin embargo la forma en como los Cardenales ha conseguido estas victoria es una prueba para el corazón.
La versión más reciente se produjo después de que los Cardenales se quedaran atrás 17-7, hasta que restaban menos de 10 minutos por jugarse. El mariscal de campo John Skelton, substituyendo al conmocionado Kevin Kolb, una vez más hizo lo suficiente para ganar, condujo a los Cardenales para un touchdown clave en el cuarto periodo. El linebacker O'Brien Schofield se anotó dos capturas una-tras-otra y provocó un balón suelto que resultó en el gol de campo para empatar el partido.
La defensiva, otra vez, se destacó luego de tambalearse al inicio. Y en su tercer partido en tiempo extra en cuatro fechas en casa, los dos mejores creadores de juagadas de los Cardenales – Patrick Peterson y sus regresos de despeje y las manos de Larry Fitzgerald – configuraron el escenario para generar los puntos con los que ganaron el partido.
"Así es, esto te prueba," dijo el ala cerrada Todd Heap, cuyas siete recepciones fueron la primeras desde su lesión en el tendón de la corva el pasado 2 de Octubre. "Estas sentado en la banca pensando, 'OK, ¿qué va a suceder a más adelante?'
"Pero al mismo tiempo, no tenemos a nadie en la banca que pierda la confianza en cualquier momento del partido. Tenemos a muchos integrantes que no creen que se terminó hasta que el reloj expira. Es agradable ser parte de un grupo de jugadores que han aprendido como ganar."
Han ganado lo suficiente como para que el entrenador en jefe Ken Whisenhunt, quien necesitaba siete victorias al iniciar la temporada para convertirse el entrenador con más partidos ganados en la historia de la franquicia, alcanzara dicha marca contra los Cafés, aún a pesar de que el equipo se encontraba 1-6 hace un par de meses.
"No fue nada fácil … pero la forma en que nuestro equipo se defendió es realmente especial," dijo Whisenhunt.
No debió haber sido de esa manera el partido contra los Cafés (4-10), que sorprendieron a la defensa de alto vuelo de los Cardenales al abrir el partido con una trayectoria demasiado fácil de 76 yardas para touchdown y para dejar en silencio a la afición cuando el marisca de campo de respaldo Seneca Wallace –que substituía al conmocionado Col McCoy – escapó de la presión y se conectó con Greg Little para un touchdown de 76-yardas y tomar la antes mencionada delantera de 17-7.
"Quieres una defensa de alto nivel, no puedes permitir esas dos cosas," dijo Dockett.
Para ser una ofensiva de alto nivel, los Cardenales necesitan mejorarse a sí mismos en algunos aspectos. Skelton consiguió 20-de-46 para 313 yardas, un touchdown y una intercepción. Pero Fitzgerald solo tuvo tres recepciones, y después de la enorme captura de Schofield que provocó el balón suelto – originalmente, Wallace había sido declarado derribado pero Whisenhunt retó la decisión de los réferis y fue revertida – los Cardenales perdieron 10 yardas después de tomar del balón en la yarda 5 de Cleveland.
"Los retos y las tribulaciones," dijo Skelton. "Esa es la manera de aprender como mariscal de campo y como equipo."
El gol de campo de Jay Feely empató el partido, y eventualmente significó tiempo extra. En esa situación los Cardenales se sienten confortables.
La defensa limitó a los Cafés a un primero y diez después de la patada de entrega. A Peterson, que había estado contrariado por que los Cafés no le habían pateado el balón en todo el partido, ya no le importaba eso.
"Le dije al equipo de regreso de despejes, 'No voy a solicitar más recepciones libres,' " dijo Peterson.
Y no lo hizo, evitando con un giro una tackleada o dos consiguió un regreso de 32 yardas. No fue un touchdown, pero puso a los Cardenales en la yarda 40 de Cleveland en una muy favorable posición. Dos acarreos más adelante, los Cardenales utilizaron una formación con tres receptores en "punta de flecha" (bunch formation) que habían utilizado para correr con Wells en un par de ocasiones anteriormente durante el partido. Los Cafés supusieron corrida. Y Fitzgerald se desmarcó completamente en lo profundo del campo para una ganancia de 32 yardas.
"Fue más o menos el mismo pase que ejecutamos en Filadelfia (la gran recepción de Fitzgerald al final) y la puso en el punto preciso," dijo Fitzgerald.
Feely consiguió el gol de campo de corta distancia en primera oportunidad, los Cardenales no quisieron complicarse con otra jugada, y decidieron poner de una buena vez otra victoria más en su maleta.
"Modalidad típica de Cardenales," dijo Fitzgerald. "Una primera mitad descolorida, y una salida un poco mejor en la segunda mitad.
"Nunca había sido parte de algo parecido a esto. Esto ha sido un giro total."