Chad Grimm (izquierda) y Russ Grimm antes del inicio de un partido la temporada pasada.

Los Bucaneros de Tampa Bay visitaron el Estadio University of Phoenix en el 2010, y entonces, el momento marcó a Russ Grimm.

Uno de los hijos, Chad, ya estaba trabajando junto a Russ en el cuerpo técnico de los Cardenales. Otro hijo, Cody, venia jugando con Tampa Bay.

"Eso,' dijo Grimm, "fue especial."

Trabajar en la NFL a menudo no se presta para la paternidad. Sin embargo, en este Día del Padre, los entrenadores de los Cardenales están de receso hasta el campamento de entrenamiento y Grimm está pasando tiempo con sus hijos ya adultos en Cabo San Lucas. Mientras que Grimm, de 53 años de edad, no es propenso a mostrar gran elocuencia sobre ser padre, sus hijos son claramente un motivo de orgullo para él y la oportunidad de trabajar con Chad en los Cardenales es importante.

Russ Grimm, es asistente del entrenador en jefe y entrenador de línea ofensiva. Chad está mucho más abajo en la cadena alimenticia, control de calidad ofensivo. Chad no estaba seguro de que alguna vez conseguiría convertirse en entrenador después de terminar su carrera en la Universidad de Virginia Tech hace unos años, pero admitió que se emocionó cuando Russ le llamó para evaluar su interés después que se abrieron algunas vacantes en el personal de entrenadores tras la temporada del Súper Tazón.

"Por un lado, es genial," dijo Russ. "Por otro lado, te sientes mortificado por involucrarlo en este negocio."

De cierto modo, Chad Grimm fue involucrarlo en este negocio hace mucho tiempo. Él sólo tiene recuerdos vagos de los días como jugador de su padre como liniero ofensivo Todo Estrella de los Pieles Rojas de Washington, con Russ retirándose cuando Chad tenía 7 años. Esos recuerdos borrosos cuando Russ se inicio como entrenador, uniéndose al personal de Washington tan pronto como sus días de jugador terminaron.

Los Grimm se amontonaban en una camioneta tipo van – "De aquellas que tiene una escalera en la parte de atrás," recordó Chad – para ir a los juegos. Papá se dirigía al estadio, y los niños (Chad y Cody además de los gemelos más jóvenes Dylan y Devin) lanzaban un balón de fútbol en el estacionamiento. Era la época en la que los niños Grimm, relegados a una suite por un par de años, creaban bolsas de confeti para lanzarlo a las gradas ganaran o perdieran. Recorrieron los pasillos del estadio, coleccionando autógrafos. De vez en cuando, Russ les permitiría salir a correr alrededor del campo. Chad incluso recuerda cuando era un niño lanzar balones al ex jugador de los Pieles Rojas el gran Sonny Jurgensen antes del partido.

Russ trabajaba largas horas. Ese es el negocio. Pero eso era todo lo que Chad y sus hermanos sabían.

"Sería traumático para un niño si su padre al inicio de la vida de sus hijos decide dedicarse a entrenar, pero como crecimos con eso, no era raro en lo absoluto para nosotros verlo hasta el viernes," dijo Chad. "Fue algo normal para nosotros."

Eso no lo hace más fácil.

"Durante la época de verano, estábamos en la playa todos los días, jugaba con ellos todos los días, día con día, y de repente boom, no los veía por un mes," dijo Russ. "Era un choque, 'Hey, ¿a dónde se fue papá?" Pero creo que eso los hizo un poco más fuertes. Una vez que la temporada llegaba, quiero decir, siempre puedes decir que la familia es primero, pero no tanto en este negocio."

Los padres de Chad se separaron cuando él ingresó a la escuela secundaria, justo en la época cuando Russ estaba cambiando su puesto como entrenador de los Pieles Rojas a los Acereros. Pittsburgh se convirtió en hogar para Russ – una situación natural – pero los niños se quedaron atrás. No hay razón para separarlos de la escuela y los amigos, Sin embargo dijo  Chad había muchas ocasiones durante el año en las que viajaron a visitar a papá con sólo un recorrido de cuatro horas entre ellos.

Grimm todavía se reúne con sus hijos. Recientemente, todos ellos asistieron al campeonato de lacrosse  de la NCAA de, donde Dylan fue parte del equipo que ganó el primer título para la Universidad de Loyola-Maryland de la NCAA. Dylan y Devin, graduaron de la universidad con honores.

Chad obtiene un poco más de tiempo uno-a-uno por vivir en Arizona y trabajar en el mismo lugar. Sin embargo, mientras que Chad vivió con Russ durante tres meses cuando aceptó inicialmente el trabajo con los Cardenales, los dos acordaron de inmediato que Chad necesitaba conseguir su propio lugar donde vivir. Russ tampoco estaba dispuesto a proteger a Chad en el trabajo, dejando en claro al resto del personal que si Chad cometía un error,  "no es mi hijo, es el entrenador de control de calidad."

Cuando los dos conversan en el trabajo, dijo Chad la dinámica es mucho más entrenador-veterano-a-entrenador-joven que de padre-a-hijo. "Él me ha dado bastantes consejos paternales a lo largo de los años," dijo Chad, lo que le permite una rápida sonrisa. "Todavía recibo algunos sin embargo. Créeme."

Russ todavía tiene fotos de sus hijos en la pared de su oficina, incluyendo una de Chad a los ocho años de edad, en las gradas en un partido de los Pieles Rojas hace muchos años. Russ Grimm, suele ser un hombre de pocas palabras, y eso puede extenderse a sus hijos. Es el tipo de persona que, cuando sus hijos se caían y empezaban a llorar, sin muchas contemplaciones les decía que se levantaran.

Sin embargo, no puede dejar de sentirse orgullosos de Chad.

"Uno desea ver a sus hijos haciendo bien las cosas," dijo Russ. "Yo estaba emocionado cuando (Chad) vino para acá, pero no voy a decirle eso."