Ahora que la fecha límite de la NFL para que los equipos utilicen sus etiquetas de franquicia ha pasado, la lista es una muy extensa, de hecho eso fue lo que todo el mundo había predicho.
Un total de 21 jugadores fueron etiquetados este año, aunque ese número se ha reducido en uno por que el ala defensivo de los Potros Robert Mathis recibió la etiqueta y un poco después, acordó un nuevo contrato. Eso, por supuesto se supone que es el punto de la etiqueta de franquicia en primer lugar, que los equipos puedan tener más tiempo para trabajar un contrato a largo plazo. Eso es lo que los Cardenales están tratando de hacer con el ala defensivo Calais Campbell. Lo que los equipos no deben hacer supuestamente es poner la etiqueta a un jugador solo para poder intercambiarlo. Esa no es la regla, pero es el espíritu de la regla. Es una de las razones por las que los Empacadores realmente no quieren etiquetar al mariscal de campo de respaldo Matt Flynn; esa una de las razones por la que los Cardenales no etiquetaron ni a Jake Plummer ni a David Boston en el año 2002 (aunque parte de la razón con Boston también fue que no querían que obtuviera su oferta garantizada, cuando no había disposición, por falta de una mejor expresión, de contar con él. Eso resultó ser muy inteligente por parte de ellos.)
Aunque las cantidades específicas en dólares de la franquicia aún no se conocen, son más bajas que en años anteriores, debido a la nueva forma de cálculo basada en el nuevo contrato colectivo (CBA), lo que ayuda a que se incremente su uso. También hay más agentes libres, después de tantos jugadores firmados ya sea por contratos de un año o que no consiguieron una extensión en su contrato la temporada pasada debido a los problemas laborales.
A parte del receptor de la Águilas DeSean Jackson, por quien Filadelfia según informes escuchará ofertas de intercambio, el resto de los jugadores en la lista se espera que trabajen en un acuerdo a largo plazo con sus equipos actuales, como es el caso de Campbell. De hecho hay seis pateadores/pateadores de despeje que fueron etiquetados, un suceso increíble. Ciertamente esos no son candidatos negociables. La cuestión será cuantos de esos jugadores etiquetados pueden tener un nuevo acuerdo listo antes del martes, cuando se inicia la agencia libre y cuando el número de contratos por etiqueta empieza a tomar una tajada del espacio del tope salarial (los equipos tienen que cumplir con el tope salarial cuando la agencia libre arranque, a las 2 p.m. tiempo de Arizona.)