Dentro de las instalaciones de Cardenales en Tempe, hay una unidad de vestidores más pequeña contigua a los vestidores principales. La razón de su existencia es simple — con planteles de 90 hombres, es imposible alojar a todos los jugadores en la sección principal. Es el lugar durante la temporada baja donde residen todos los novatos no reclutados en el draft y un par de jugadores seleccionados en las rondas inferiores.

No hay ningún jugador allí que no sea hipersensible sobre su futuro en la NFL. Recientemente, alguien de la oficina visitó el lugar para llamar a un par de jóvenes jugadores, quienes fueron recortados. El momento causó profunda impresión.

"Ahora cada vez que alguien (nuevo) entra a esos vestidores, todo mundo piensa,  'Ay Dios' " explicó el novato Krishawn Hogan.

Así que el miércoles, cuando el entrenamiento del minicampamento finalizó. Un hombre entró a los mencionados vestidores utilizando pantalones de vestir y una camisa de cardenales con cuello.

"Se acercó detrás de mí y dijo, 'Oye, me acompañas tan pronto como estés vestido,' " dijo Hogan. Para varios individuos en el lugar, el tiempo se paralizó. Yo me quede quieto. "Y pensé, 'caramba,' " recordó Hogan.

El momento pasó rápidamente. Resultó que el visitante era el director de relaciones con los medios de comunicación Chris Melvin, y sólo quería decirle a Hogan que era requerido para una entrevista. (El acceso a los medios incluye los vestidores principales, pero no la unidad adicional.) Hogan salió a hablar con una de las estaciones de televisión locales, y su corazón pudo latir a ritmo normal nuevamente.

Había una razón adicional para que Hogan estuviera preocupado el miércoles, después de un par de arranques en falso durante el entrenamiento. No sólo lo escuchó del entrenador Bruce Arians, sino que Arians lo recalcó frente a los medios más adelante. "Si puede contar, tiene una oportunidad," Arians bromeó sobre la oportunidad de Hogan para ganarse un lugar con el equipo. Eso habla de la naturaleza tenue de muchos de estos jugadores, incluso cuando los planteles son tan numerosos. Siempre hay un ojo vigilante en la puerta de los vestidores.

"Sé que tuve algunas buenas jugadas, pero tuve algunas jugadas que definitivamente desearía poder rescatar," dijo Hogan. "Cuando (Melvin) se acercó por detrás de mí, pensé, 'Por favor, regresa mañana.' "