El profundo de Cardenales Tony Jefferson recibe emotivo abrazo del coordinador defensivo James Bettcher para celebrar la intercepción de Jefferson que selló la victoria sobre Cuervos el lunes por la noche.
Tony Jefferson ya había sido burlado, permitiendo un pase flotado sobre el ala cerrada Crockett Gillmore para poner a los Cardenales en un escenario donde no querían estar.
De esta forma los Cuervos de Baltimore intentaron una vez más vencer al profundo con Gillmore plantado en la zona de anotación – Cardenales tenían ventaja de ocho puntos – Jefferson estaba listo, para hacer la atrapada al estilo Willie Mays y de esta forma salvar el partido.
"Él había atrapado dos pases sobre mi (durante esa trayectoria) sabía que irían de nuevo contra mí," dijo Jefferson, luego de que Cardenales consiguieron respirar al conseguir la victoria 26-18 el lunes por la noche en el estadio University of Phoenix.
"De ninguna manera le iba a permitir atrapar el balón en esa jugada."
Así terminó un partido apretado que quizá no debió serlo. Los Cardenales tenían ventaja de 16 puntos restando 8 minutos, ventaja
que se vino abajo por una patada de despeje bloqueada y la inhabilidad de quemar suficiente tiempo en el reloj por parte de la ofensiva. Los Cuervos (1-6) llegaron hasta la yarda 9 de Arizona, pero la intercepción de Jefferson en la zona de anotación amarró la victoria después de que los Cardenales (5-2) sufrieran previamente dos derrotas en partidos que no pudieron asegurar en las estancias finales.
"Jugado hasta el silbatazo final y logrando una gran jugada al final," dijo el entrenador Bruce Arians. "Queríamos este tipo de juego. Estar en uno de estos juegos, y ganarlo, es una forma de exorcismo un al estilo 'podemos ganar partidos apretados al fina."
Parecía que sería otra cosa antes de que los Cardenales maniobraron 11 jugadas para 79 yardas y lograran cerrar con un pase para touchdown de Carson Palmer a John Brown con 8:08 por jugarse. El corredor Chris Johnson transitó 122 yardas terrestres durante la noche, incluyendo una controversial corrida de 62 yardas en la cual Johnson nunca fue derribado hasta tocar el suelo sin embargo los Cuervos pensaron que si lo había hecho. Los Cardenales corrieron 150 yardas en el partido, promediando 5.4 por acarreo.
La anotación de Brown les dio a los Cardenales una ventaja de 16 puntos. Que debió de ser de 17, pero el punto extra del pateador Chandler Catanzaro golpeó uno de los postes verticales y no entró.
Los Cardenales aún después de eso forzaron un tres y fuera. El juego estaba controlado, restaban poco menos de cinco minutos. Pero cuando fue momento de despejar para los Cardenales, la patada Drew Butler fue bloqueada imposibilitando a los Cardenales recuperarla e intentar un regreso proporcionando el balón a los Cuervos en la yarda 1 de Arizona. Baltimore anotó en la siguiente jugada, y terminaron logrando la conversión de dos puntos.
"Quizá no jugamos realmente bien como para ganar el partido, pero siempre estuvimos ahí," dijo el mariscal de campo de los Cuervos
Joe Flacco.
Los Cardenales tuvieron con todo y eso la posibilidad de congelar la victoria con algunos primeros y diez. Los Cardenales lograron unos cuantos, pero fallaron en segunda y diez desde su propia yarda 44. Con unos Cuervos sin tiempos fuera y con 2:32 por jugarse, Arians eligió lanzar un pase – "tratamos de finalizarlo con un pase," dijo Arians – pero no solo fue un pase incompleto, sino que el mariscal de campo Carson Palmer fue penalizado por lanzar el balón a donde no había receptor disponible (intentional grounding).
"Esa fue una mala jugada de mi parte," dijo Palmer, quien no tuvo muchas en una noche donde completo 20 de 29 pases para 275 yardas y dos touchdowns.
Esto significó que los Cuervos tendrían el balón de nuevo en un partido donde el margen de diferencia era una anotación. Pronto, lograron meterse hasta la zona roja, amenazando con arruinarles la noche a los aficionados locales.
"Después de que la serie inició, dije 'no importa que suceda, no importa cuánto tiempo les queda, tienen que anotar ocho puntos,' " dijo el ala defensiva Calais Campbell. "Con nuestra defensiva, eso no iba a suceder."
La defensiva le llevó hasta el final, antes de que Jefferson hiciera la intercepción.
"Podemos jugar en estos partidos de 60 minutos," dijo el profundo Tyrann Mathieu. "Nuestro entrenador ha hecho hincapié en esto durante las últimas dos semanas. Como equipo, sentimos que todavía no hemos jugado nuestro mejor partido."
No obstante, los Cardenales están, todavía en el primer lugar de la División Oeste de la NFC, con un viaje a Cleveland por delante seguido por el fin de semana de descanso. Quizá no fue la manera en que los Cardenales esperaban jugar un partido cerrado, pero al final funcionó.
"Queríamos asegurarnos de generar una gran congestión de tráfico a la salida," dijo Arians con una sonrisa.
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