Por ahora, no hay duda acerca de la rivalidad entre Seahawks y los Cardenales de los dos últimos años (si necesita ver la emoción en estado puro, al menos desde la perspectiva de Cardinals, eche un vistazo a los episodios “The Penthouse” y “Endings and Beginnings” (Finales e Inicios) de la serie “All or Nothing”). Cuando observamos eso de forma metódica, como Bill Barnwell lo hizo en este artículo, surge la pregunta — ¿Es bueno tener esa clase de rivalidad, o no?
No se trata tanto de la rivalidad en sí, sino del hecho que ambos equipos son bastante buenos. Barnwell señala, basado en datos históricos recientes, que el hecho de tener dos equipos tan poderosos en una división— el argumento de que ambos están entre los mejores cuatro o cinco de la NFL de cara al 2016 se puede plantear fácilmente — le puede costar a cualquiera de los dos una significante posibilidad de una victoria en el Súper Bowl.
Una vez más, no se trata tanto de que ambos equipos se han vencido el uno del otro, algo que puede ser parte de la ecuación, en realidad jugar de local hace una gran diferencia en postemporada. Cuando dos equipos fuertes están en la misma división, es mucho más difícil conseguirlo. Con todo y eso, en 2013, cuando 49ers estaban fuertes todavía, Cardenales consiguieron 10 victorias y Rams aún estaban dando la pelea en la división, los Seahawks lograron emerger como campeones del Súper Bowl. Y en estos días, durante la temporada, , hay pocas como la semana de Seattle para Cardenales.
