La victoria de Cardenales 20-17 el domingo en Green Bay tuvo el sello característico de lo que han sido los pasados dos agarres de postemporada entre estas dos escuadras. Cardenales y Packers protagonizaron un estupendo choque, este, además con un toque adicional de dramatismo gracias a las condiciones climatológicas extremas imperantes el día del juego en el área de Green Bay.
La máxima osciló durante el partido alrededor de los 30 grados Fahrenheit (-1 C). El viento soplaba a 20 millas por hora, la aguanieve caía de manera incesante y una vez más el Estadio Lambeau Field hacia honor a su bien adjudicado nombre de la Tundra Congelada.
Cardenales se encargaron de calentar el ambiente con un espectacular desempeño en los tres frentes del balón, aunque hubo una jugada que pasará a la posteridad en los anales de Cardenales.
La historia se desarrolló de la siguiente manera: Packers recién habían empatado el partido a 17 por bando con 5 minutos y medio por jugarse. La ofensiva de Arizona recibió el balón con un primero y diez saliendo de su yarda 25.
Una captura, seguida por un pase que fue directo a las manos del safety rival y que para salvación de Cardenales lo dejó caer de sus manos. Luego un castigo por retraso de juego. Para entonces Cardenales enfrentaban situación de tercera y 23 con balón en la yarda 12. Parecía que Arizona se encaminaba a sufrir la décima derrota del año a pesar de haber dado gran pelea en Green Bay.
En tercera oportunidad el mariscal novato de Cardenales Josh Rosen se vio obligado a rolarse fuera de la bolsa de protección hacia su costado derecho. Al identificar la situación el receptor de Cardenales y futuro Salón de la Fama, Larry Fitzgerald siguió el recorrido de su mariscal, Rosen decido entonces lanzar mientras se desplazaba.
La atrapada de Fitzgerald metiendo su mano entre balón y pasto y con el rival encargado de marcarlo colgado a sus espaldas, solo puede describirse de una manera: "supra-humana," sin temor, podríamos calificarla como la mejor atrapada de clavado en la historia.
La ganancia fue de 32 yardas, Cardenales tenían entonces un primero y diez en la yarda 44 en su propio terreno de juego. Después de eso y con un equipo revestido de autoconfianza, Cardenales alcanzaron la yarda 26 en territorio de Green Bay. Zane González el joven pateador recién firmado pro Cardenales consiguió un gol de campo de 44 yardas para darle la ventaja a Cardenales 20-17.
La incertidumbre, sin embargo, continuaba flotando en el ambiente como sostenida por los copos de nieve que caían sobre el pasto del estadio. El reloj de juego indicaba que restaban 1:41 por jugarse y el mariscal rival era nada menos que el rey de los "Holy Mary's" Aaron Rodgers.
Packers, sin tiempos fuera y frente a una defensiva de Arizona determinada a hacer historia, alcanzó a mover el balón hasta la yarda 31 de Cardenales, parecía que el partido se iría a tiempo adicional para hacer aún más aguda aquella batalla, no obstante, el pateador de Green Bay Mason Crosby falló el intento de gol de campo de 49-yardas y de esa manera terminó el partido.
Arizona consiguió su tercera victoria del año y la primera contra Green Bay en condición de visitantes desde 1949.