El centro largo Mike Leach en su cuarta temporada con los Cardenales.
Cuando Kevin Spencer, ahora entrenador de equipos especiales para los Cardenales, formaba parte del equipo de los Raiders de Oakland, el entonces dueño Al Davis tuvo estas palabras de sabiduría.
"Puedo dormir por la noche," Davis le diría a Spencer, "siempre y cuando sepa que cuento con un centro largo competente."
Mike Leach, en otro tiempo, no pensó que podría ser dicha persona. Tenía la esperanza de ser ala cerrada o pateador de despeje en la liga – tal vez ambos – y en lugar de eso ingresó en una carrera con equipos especiales. Cuando se trata de un centro largo, el dicho que se aplica es aquel que dice: no aprecias lo que tienes hasta que se ha ido.
"Lo último que uno quiere hacer," dijo Leach, "es perder un partido en un saque."
Cuando se hace bien, sin embargo, nadie conoce el nombre del centro largo. Leach puede ser perfecto en su trabajo, entonces, porque no busca llamar la atención. Parte de eso, Spencer teoriza, se debe a que el veterano de 13 temporadas en la NFL entiende su función. Parte de ello es la personalidad sin pretensiones de Leach, que nunca ha clamado ser el centro de atención, incluso en sus días de juventud, cuando todavía su deber primario era atrapar pases.
Desde 1996, los Cardenales han tenido sólo tres centros largos: Trey Junkin, Nathan Hodel y Leach. Leach ahora con 36 años de edad, fue firmado en 2009, y espera quedarse en Arizona, mientras sea posible.
Predecir que su carrera se iba a desarrollar de esta manera no hubiera sido posible en el año 2000, cuando Leach estaba trabajando en su preparación como pateador de despeje en su primer año en la liga con los Titanes de Tennessee durante los entrenamientos de verano. En un punto, por cuestiones del azar él se inclinó para centrarle el balón al otro pateador de despeje en la alineación.
El entrenador de equipos especiales Al Lowry lo vio y quedó intrigado. Leach nunca había centrado al balón anteriormente, pero eso se convirtió repentinamente en su trayectoria profesional. Pasó dos temporadas en Tennessee y luego jugó en Denver durante ocho temporadas antes de llegar a los Cardenales.
"Fue un buen movimiento en mi carrera," reconoció Leach.
Admite que echa de menos jugar como ala cerrada. Todavía tiene número de ala cerrada – 82 – y todavía hay días en los que llena esa posición para el equipo de analistas de talento, atrapando uno o dos balones. No es enorme, mide 6-pies-2 pulgadas y pesa 235 libras, sin embargo todavía asiste a todas las juntas de alas cerradas y además se sabe la ofensiva de los Cardenales.
Al final de la temporada 2010, cuando las lesiones golpearon a los Cardenales y luego que – ya se habían anunciado los inactivos antes de un partido en San Francisco – el ala cerrada Stephen Spach se lesionó durante los ejercicios de calentamiento, Leach de hecho participó como ala cerrada en ese partido.
"Dios no lo quiera, si alguna vez estamos en un apuro, Mike puede desempeñarse en un partido," dijo Spencer. "Ahora bien, puede no ser físicamente lo que uno está buscando, pero no va a cometer errores mentales."
No obstante, Leach dijo: "No volvería en el tiempo para cambiar (su carrera). Tal vez podría haber tenido una carrera de cinco años atrapando algunos balones y anotando un par de touchdowns, pero estaría haciendo algo más en estos momentos. Soy afortunado por haber jugado todo este tiempo."
Leach sigue trabajando en su juego. Habrá momentos en que algo haga clic en su cabeza, y se lo dirá a Spencer, al pateador Jay Feely, al pateador de despeje Dave Zastudil, o incluso a su esposa, Julie, para no olvidar una de las muchas ocurrencias que tal vez desea realizar. Recientemente por ejemplo, Leach tuvo un momento de esos en la banca durante el juego y le pidió al reportero de radio a nivel campo Paul Calvisi que la anotará y se lo recordara después.
"Aunque ha estado en esto tantos años, todavía se preocupa," dijo Feely. "Se preocupa por como el balón es atrapado, donde quedan las costuras, dónde en intento de gol de campo la recibe Dave, o en una patada de despeje, ¿ha sido colocada la entrega al lado de la cadera correcta? Son esas pequeñas cosas que como aficionado, uno nunca nota."
Leach no ha tenido ninguna entrega fallida desde que llegó a Arizona. En más de 13 temporadas no ha cometido un error, pero no se trata de hacer un refrito con ellos.
"No hablamos de esas cosas," dijo Leach, con un tono que subraya su seriedad. "No quiero recordarlos. Ningún provecho mora en ellos. "
Leach no ha dejado abajo a los Cardenales, así que sólo podemos asumir que los patrones de sueño han sido buenos para el entrenador en jefe Ken Whisenhunt y el gerente general Rod Graves. La alternativa no es atractiva.
"Sé que cuando (los equipos) ven al centro largo de respaldo, es como sangre en el agua para los tiburones," dijo Spencer. Mencionó un partido esta temporada, cuando los Raiders perdieron su centro largo por lesión en el primer partido de la temporada y el centro largo de respaldo batalló tanto que Oakland no pudo conseguir dos patadas de despeje y les bloquearon una tercera.
"Todos los respaldos del centro largo en los otros 31 equipos estaban entrenando al siguiente miércoles," dijo Spencer, incluyendo al de los Cardenales, el ala cerrada Jeff King.
"Hank Aaron se fue de tres uno, ahora está en el Salón de la Fama," añadió Spencer. "Mike va de tres-uno, y está entre los que pueden ser elegidos."