El mariscal de campo Carson Palmer lanza pase durante la derrota de Cardenales 25-13 ante Acereros en Pittsburgh.
PITTSBURGH – A menudo, cuando Bruce Arians repasa las derrotas de los Cardenales esta temporada, habla acerca de lo que su equipo no hizo. La perfección quizá es algo que no se puede conseguir, pero esa debe ser la meta.
Los Cardenales han descubierto que dura es la realidad.
En un partido que en muchos aspectos refleja la derrota anterior, los Cardenales no lograron anotar en franja roja el domingo, perdieron el balón demasiadas veces y no pudieron hacer paradas claves – de hecho, estando en contra del tercer mariscal de campo Landry Jones. El resultado fue una derrota 25-13 ante Acereros en el estadio Heinz Field, un final decepcionante a su viaje de ocho días fuera de Arizona.
"Ellos jugaron cuatro cuartos," dijo el apoyador Kevin Minter, "nosotros no."
Al igual que ante los Carneros, no es que los Cardenales (4-2) no tuvieron mucho éxito. Pero no parecían estar advertidos en ninguno de los casos.
El receptor John Brown tuvo un gran partido con 10 atrapadas para 196 yardas, pero fue su balón suelto después de una atrapada lo que puso la mesa para la primera anotación de Acereros y de esa forma tomar la ventaja por primera vez en el partido. El mariscal de campo Carson Palmer completó 29 de 45 pases para 421 yardas, pero su intercepción en la zona de anotación con poco más de dos minutos por jugarse dejó sin posibilidades de una remontada al equipo.
La defensiva, mientras tanto, batalló una vez que el mariscal de campo Michael Vick abandonó el juego debido a una lesión del tendón de la corva, y cuando tuvieron oportunidad de parar y darle la última oportunidad a la ofensiva, permitieron un atrapada y corrida de 88 yardas hasta la zona de anotación de Martavis Bryant.
"Siento que tenemos lo que se requiere para ganar dos en fila fuera de casa," dijo el entrenador Bruce Arians, refiriéndose al trabajo del equipo en Virginia del Oeste de cara al juego ante los Acereros.
Definitivamente se vieron desconcertados por el cambio de Vick por Jones. Jones solamente completó 8 de 12 para 168 yardas y dos touchdowns (Vick lanzó para tristes 6 yardas hasta la segunda mitad) pero las dificultades del juego aéreo ayudaron a que el corredor Le'Veon Bell se soltara.
Bell corrió para 88 yardas en 24 acarreos, y los Acereros (4-2) no despejaron en la segunda mitad.
"Parecía que (Jones) tenía más control de su ofensiva," dijo el esquinero Patrick Peterson. "Eso definitivamente cambió el ritmo del partido."
Puede que no hayan hecho una diferencia si la ofensiva hubiera capitalizado con más frecuencia. Anotaron un touchdown con Michael Floyd en su segunda posesión, pero después de eso, todo se vino abajo. Floyd tuvo una anotación que fue anulada cuando fue penalizado por interferencia ofensiva, perdió otra en un pase en tercera oportunidad en un rompimiento del esquinero Ross Cockrell que parecía venir después de que Cockrell lo sujetara, perdiéndose otra oportunidad en un hermoso pase de Palmer en el cual Floyd no pudo poner su segundo pie dentro del terreno de juego.
"Pensé que fácilmente estaba adentro," dijo Floyd.
El juego terrestre nunca fue el mejor – ya que no hubo muchas jugadas por tierra – ganando solamente 55 yardas en 20 acarreos. "Movimos el balón lo suficiente que pensé que por fin íbamos a anotar," dijo el receptor Larry Fitzgerald, quien tuvo ocho atrapadas para 93 yardas. "Eso nunca pasó."
Parecía que podrían lograrlo. A pesar de todos los problemas, los Cardenales manejaban el balón, estando abajo 21-15 con la pausa de los dos minutos acercándose. En primera y diez desde la 20 de Pittsburg, Palmer desvaneciéndose, lanzó un pase buscando a Brown en la zona de anotación. El profundo Mike Mitchell vino desde el lado débil para interceptarlo.
"Pensé que tenía al profundo burlado y nunca lo vi," dijo Palmer. "Esto no puede pasar. Estoy muy frustrado conmigo mismo."
Los Cardenales estuvieron menos tres durante el día en la categoría de volteretas.
"Esa no fue una buena jugada," dijo Arians.
Y ni que decir de las 111 yardas producto de nueve penalidades que frecuentemente frenaron a los Cardenales en la primer mitad cuando trataban de crear un espacio entre ellos mismo y los Acereros.
Ahora el equipo vuelve a casa por primera vez desde el juego ante los Leones. Tienen un día extra para prepararse, debido a que el próximo encuentro será durante la función de "Monday Night" contra Baltimore. La frustración es general – la cual era evidente en los vestidores, especialmente en el lado defensivo – era un reflejo de la misma actitud que se produjo después de la derrota ante Carneros.
"Definitivamente sentimos que nos ganamos a nosotros mismos," dijo Peterson.
Los jugadores ven correcciones simples – Fitzgerald resaltó la única anotación en 4 viajes a la franja roja – y ahora que finalmente regresan a casa, parece que harán esas jugadas en Tempe esta semana.
"Venir aquí y tener la oportunidad estando debajo de ganar el partido y no hacerlo es frustrante," dijo Palmer. "Simplemente no puedes dejar que esto se agrave."