El mariscal Carson palmer habla con el preparador físico asistente Jeff Herdon mientras palmer es trasportado fuera del campo el domingo. palmer sufrió una ruptura del ligamento cruzado y estará fuera el resto de la temporada.
Carson Palmer no suele llorar mucho, pero admitió que "lloró como un bebé" la noche del domingo.
El mariscal de campo no necesitó una resonancia magnética o ninguna otra prueba para enterarse que quedaría fuera el resto de la temporada. Sabía que su rodilla izquierda lo había traicionado incluso antes de salir del terreno de juego durante lo que eventualmente se convirtió en una victoria 31-14 de Cardenales sobre Carneros. Sin ser golpeado, sintió un estallido, y eso fue todo.
"Fue simplemente algo anormal," dijo Palmer. "He estado en esa situación cientos, si no miles, de veces."
El ligamento cruzado anterior de Palmer se rasgó. Eso se confirmó oficialmente el lunes. Palmer fue colocado en la reserva de lesionados, poniendo fin a su temporada. Sólo el ligamento cruzado anterior se dañó, lo que eso significa que la fecha de su regreso es una optimistamente rápida – Palmer mantiene la esperanza de que podrá participar incluso en la actividades organizadas por el equipo, que se llevan a cabo a mediados de junio.
"Voy a jugar futbol de nuevo. Espero que sea aquí," dijo Palmer. "Hay un montón de incógnitas en el futuro, y esta organización, las han experimentado los dos últimos años, harán lo que sea mejor para la organización. Lo entiendo. Estoy de acuerdo con eso. Espero ser parte de la ecuación."
Eso parece estar casi asegurado, a pesar de que Palmer no estaba 100 por ciento seguro. Palmer acaba de firmar una extensión de contrato el viernes, que le garantiza poco más de 20.5 millones de dólares hasta el año 2015. Sería una sorpresa si Palmer no está por estos rumbos la próxima temporada.
Independientemente de eso, Palmer habló de la ardua tarea que le espera para superar la rehabilitación y poder regresar al campo, y el dolor emocional de dejar de lado la que se ha convertido en una temporada especial para Cardenales.
"Esa ha sido la parte más difícil," dijo Palmer. "Estaba pasando un gran tiempo, como nunca antes en toda mi carrera. Estoy en el mejor equipo de entre todos los que he estado. Un grupo fenomenal de personas, de arriba hacia abajo. Espero que este sea mi lugar el año que viene."
Ahora Palmer planea ayudar donde puede, entrenando a sus compañeros mariscales de campo – incluyendo al nuevo y flamante inicialista Drew Stanton – o trabajando con los receptores estudiando diversas cargas y coberturas. El entrenador Bruce Arians dijo que en cuanto Palmer pueda moverse lo suficiente, estará alrededor del equipo como lo ha estado su compañero Darnell Dockett también víctima de un ligamento cruzado anterior.
"Lo echaremos de menos en terreno de juego, pero su liderazgo todavía estará allí," dijo Arians.
Los Cardenales ahora se apoyarán en Stanton, que jugó bien en sus tres partidos como inicialista al inicio de la temporada, pero ahora se hace cargo sabiendo que Palmer – que siempre se esperó regresaría de su lesión del nervio en su hombro de lanzar – no regresará esta vez.
Arians dijo que quiere ver a Stanton jugar con mayor inteligencia y tal vez tomar menos riesgos, como la corrida que Stanton tuvo en su segunda jugada. Los Cardenales sólo tienen al novato Logan Thomas como respaldo, aunque se espera que el equipo firme pronto a un tercer mariscal de campo – posiblemente Dennis Dixon, quien estuvo en la escuadra de entrenamiento brevemente al inicio de esta temporada.
"En cuanto a mi preparación, eso no cambia," dijo Stanton. "Continuaré apegado a ese proceso, que me ha ayudado a llegar a donde ahora estoy."
Palmer estaba en medio de una de sus mejores temporadas. Su índice de pasador de 95.6 era el segundo mejor de su carrera, con 11 pases de touchdown y sólo tres intercepciones en los seis partidos que jugó.
Palmer es la mayor pérdida para los Cardenales, pero desde luego no ha sido el único, no con Dockett y el apoyador John Abraham por largo tiempo dados de baja debido a una lesión, el apoyador Daryl Washington suspendido toda la temporada y el apoyador Matt Shaughnessy fuera dos meses con su propia lesión de rodilla.
"(La lesión de Carson) es un bache en un camino que ha estado lleno de baches," dijo Arians. "Me gustaría allanar el camino."
Palmer tiene su propio y largo camino frente a él. Lo enfrentó anteriormente. Su lesión del ligamento cruzado anterior en el 2006, cuando Kimo Von Oelhoffen liniero defensivo de los Acereros, demolió su rodilla, destrozado casi todo en el interior. La tecnología médica no era lo que es ahora, y algunos pensaron que la carrera de Palmer había terminado.
Palmer dijo que los médicos le dijeron que la cirugía a la que será sometido esta vez – con sólo la rotura de ligamentos – es simple y de rutina, como reubicar y enyesar un hueso roto. La rehabilitación, no obstante es tediosa, y será tan intensa como la vez anterior.
Se desempeñará como copiloto para la alineación de 53 hombres en su intento por realizar una potencial carrera al Super Bowl que, hasta ahora, Palmer había estado reacio a comentar. Su nuevo estatus viendo todo desde afuera cambió ese lunes cuando se le preguntó si los Cardenales podrían todavía recorrer el camino al Super Bowl.
"No hay duda," dijo Palmer, resaltando cómo el equipo cambió cuando salió lesionado. "Lo que nuestra defensa hizo en el cuarto periodo (el domingo), ¿darle la vuelta y anotar 14 puntos? Eso no sucede frecuentemente.
"Es como si todo mundo tomó un gran respiro y se encendió, en la defensiva, y la ofensiva. Ese fue un equipo Super Bowl, en ese preciso momento. Hay algo especial acerca de este grupo."