El receptor de Cardenales Jaron Brown se toma la careta protectora frustrado después de dejar caer un pase de anotación en la primera mitad durante la derrota 19-3 ante halcones Marinos.

SEATTLE – El domingo inició con el fin de una racha y finalizó terminando con otra, y entre ambas, los Cardenales cometieron gran cantidad de errores los cuales la gran mayoría no habían cometido durante la temporada.

Tal vez más que la derrota 19-3 ante Seattle en el estadio CenturyLink deberá ser reconocer que los Cardenales simplemente no jugaron bien los niveles básicos.

"Un análisis muy simple para esto," dijo el entrenador Arians. "Si no bloqueas, atrapas, tackleas, pateas, no puedes ganar."

El receptor Larry Fitzgerald fue declarado inactivo antes del partido debido a un esguince de rodilla, terminando así su racha de 110partidos jugados de forma consecutiva.  La derrota terminó con la racha ganadora de seis juegos que los Cardenales ostentaban, de igual manera los Cardenales (9-2) siguen manteniendo una ventaja de dos juegos sobre los Halcones Marinos y los 49´s (ambos 7-4) en la NFC Oeste con estos equipos por jugar la noche de acción de gracias.

Pero el cuadro completo no estaba incluido en la charla. Los Cardenales están seguros de que pueden dejar atrás rápidamente esta derrota de la misma manera que lo han hecho después de sus victorias. Pero Arians está seguro que la ausencia de Fitzgerald no fue la razón principal de los problemas en la ofensiva. Fueron puntos cruciales en el juego pero ninguno fue más doloroso que los que se vivieron en secuencia al final del segundo cuarto y al principio del tercero.

La ofensiva de los Cardenales  estuvo batallando pero logró una gran serie ofensiva al final de la primera mitad, y en tercera y gol desde la yarda 7 de Seattle, el mariscal de campo Drew Stanton encontró desmarcado al receptor Jaron

Brown en la zona de anotación cuando los Halcones Marinos habían mandado carga.

Brown lo dejo caer.

"Esa era una atrapada que debí haber hecho" dijo Brown. "es una atrapada que hago a diario. No utilicé los pies para apoyarme pensé y creí haberla atrapado con el cuerpo. Algo que jamás debes hacer. Simplemente estoy decepcionado de mí mismo."

Los Cardenales patearon el gol de campo, que pondría el marcador 9-3 a medio tiempo, después capturaron al mariscal de campo Russell Wilson un par de veces en tres jugadas al inicio del tercer cuarto. La posesión de terreno, por primera vez en el juego, se había volteado. Los Cardenales tuvieron el balón cerca del medio campo.

Pero fue otra posesión de tres y fuera para la ofensiva. En el despeje, el jugador de Seattle DeShawn Shead atravesó la línea para bloquearlo y encaminar a Seattle a otro gol de Campo. Los Cardenales solamente tenían 10 jugadores en el campo; Arians dijo que el corredor Stepfan Taylor fue la pieza faltante.

"Eso cambió la posesión de campo durante el juego, y eso fue lo que hablamos durante el medio tiempo," dijo el profundo Rashad Johnson, el hombre "que marca la pauta" en el cuadro de despejes. "Sabíamos que estaríamos encima de ellos (primero defensivamente), los detuvimos, entonces fue momento de despejar. Necesitábamos despejar y posicionarlos ahí abajo en el campo pero esa patada bloqueada fue crítica.

"Como protector personal, tengo que estar pendiente de todos los movimientos a mi alrededor. Asumo toda la responsabilidad por ello."

No fueron los puntos los que más daño hicieron, sino perder el ímpetu que habían construido. Los Cardenales nunca parecieron capaces de retenerlo. De igual manera la defensa hizo un gran papel durante el partido – siete capturas – Russell Wilson comprobó ser un combatiente. El escapista mariscal de campo de Seattle terminó el juego con el mayor número de yardas en su carrera con 73 en 10 acarreos y completó 19 de los 22 pases para otras 211 yardas.

Lo más importante, los Halcones Marinos jugaron un partido sin errores.

"Jugamos bien (defensivamente), solo que no forzamos ninguna pérdida de balón," dijo el profundo Tyrann Mathieu. "no hicimos ninguna jugada explosiva."

Los Cardenales tuvieron algunos errores. Chandler Catanzaro falló un gol de campo de 49 yardas. Además de los pases que dejó caer Brown, y Stanton lanzando otra intercepción, que se convirtió a otro gol de campo.  La protección del juego aéreo estuvo batallando al inicio del partido, particularmente el del tackle derecho Bobby Massie, Stanton solo consiguió 149 yardas conectándose en 14 de 26 pases, mientras que Andre Ellington logró solamente 24 yardas en 10 acarreos.

"Tuvimos nuestras oportunidades, simplemente no logramos aprovechar la mayoría de ellas," dijo Stanton.

 "Pusimos a nuestra defensa en algunas situaciones comprometedoras. Fue difícil y sabíamos que iba a ser difícil. No jugamos bien como lo veníamos haciendo. Debemos dejar esto atrás y seguir avanzando."

El corredor de Seattle Marshawn Lynch solamente tuvo 39 yardas terrestres en 15 acarreos. La ofensiva de Seattle incluso con algo de éxito al final del partido, fue irregular todo el día.

Ese fue el primer obstáculo con el que los Cardenales tuvieron que batallar antes del juego, sabiendo que no sería fácil vencer a los Halcones Marinos de visita pero entendiendo que tenían una oportunidad.

"Vamos a recuperarnos de esto," dijo el ala defensiva Frostee Rucker. "Los buenos equipos no pierden dos partidos seguidos. Pero enfada. Queríamos sepultarlos pero ellos lo hicieron."

Los equipos detrás de los Cardenales – Halcones Marinos y 49s NFC Oeste, Empacadores (8-3) por la mejor marca de la NFC – todos ganaron el domingo. De la encendida manera en la que los Cardenales están compitiendo, no hay racha más importante por terminar que una racha perdedora.

Quizá por eso, no más de 20 minutos después del partido, los jugadores ya hablaban de enfrentar a los Halcones en una semana.

"No puedo esperar para ir a Atlanta," dijo Johnson. "Todos tenemos un mal sabor de boca en este momento. Ahora estamos listos para trabajar (el lunes) y estaremos listos para el miércoles.

"Estamos emocionados por ello (Atlanta).  Es por eso que nadie habló de lo sucedido cuando llegamos aquí (a los vestidores). Queremos quitarnos el mal sabor de boca y los Halcones son el siguiente equipo."