El receptor abierto de los Cardenales Larry Fitzgerald y el mariscal de campo Carson Palmer recién empezaban a hacer clic la temporada pasada cuando Palmer quedó fuera por su lesión de rodilla.
Las estadísticas de Larry Fitzgerald no han sido lo que a él o a los Cardenales les hubiera gustado las pasadas dos temporadas, algo que fue un tanto sorprendente una vez que Carson Palmer llegó como mariscal de campo.
En algún momento al inicio de la temporada pasada, el entrenador Bruce Arians incluso destacó que orientar los pases en dirección a un jugador en particular era "intercepciones a punto de suceder" y Palmer reconoció que algunas de sus interceptaciones del 2013 fueron por intentar poner el balón en las manos de Fitzgerald.
Pero la metamorfosis en el 2014, después de que Palmer regresó de sus problemas con los nerviosos de su hombro aumentó la producción de Fitzgerald. Aquello se mantuvo así hasta que Palmer quedó fuera de la temporada tras desgarrase el ligamento cruzado anterior. Arians dijo que la razón era simple: Los dos hombres finalmente estaban en la misma página.
"Carson tenía para entonces suficiente comprensión (sobre la ofensiva) y Larry empezó a jugar muy bien por la parte de adentro," dijo Arians.
"El juego (de Fitzgerald) por la parte interna mejoró y se presentó un favorable factor de confianza. Larry tuvo problemas al principio cuando le dimos opciones de dos o tres vías. Jugó más rápido cuando solo tenía una opción.
"Tienes que jugar muy rápido cuando tienes algunas opciones. Ha progresado mucho, no creo que exista ninguna duda de que puedan avanzar campo adentro en una opción de ruta y Carson sepa a dónde dirigirse y que el balón llegará a tiempo."
La explicación de Arians encaja con las batallas que Fitzgerald enfrentó en la ofensiva, especialmente en el 2013. Las lesiones no han ayudado tampoco, Fitzgerald estuvo batallando con problemas de los tendones en el 2013 y problemas de rodilla en el 2014. Pero después de ese primer accidentado año para Palmer y Arians y luego de un lento arranque en el 2014 con el hombro de Palmer dando problemas, los dos encontraron el ritmo.
En el primer partido cuando Palmer regresó – Semana 6 contra Washington – Fitzgerald tuvo seis recepciones para 98 yardas. Mientras Fitzgerald sólo consiguió 4 de 21 una semana después en Oakland, el receptor abierto tuvo después siete recepciones para 160 yardas contra Filadelfia, cinco recepciones para 70 yardas contra Dallas y luego nueve recepciones para 112 yardas contra San Luis – El partido que marcó el final de temporada para Palmer. Las nueve recepciones de Fitzgerald en ese juego fueron pases de Palmer.
Incluso después de números bajos en los primeros cuatro partidos de la temporada, ese trayecto puso a Fitzgerald rumbo a una temporada de 1,000 yardas.
Pero Palmer quedó fuera y Fitzgerald por su lado se lesionó, dañándose su rodilla nuevamente. La cabalgata de mariscales de campo para los Cardenales en los dos meses finales no ayudó tampoco, aunque Arians dijo que Fitzgerald estuvo excelente en el partido de postemporada de los Cardenales mientras el receptor seguía trabajando en sus nuevas asignaciones.
"Realmente causa estragos en el interior," dijo Arians.
Fitzgerald modificó su contrato esta temporada baja, asegurándolo por al menos dos años más y presumiblemente una fructífera asociación con Palmer –asumiendo que ambos permanezcan saludables. El mariscal de campo y el receptor piensan de la misma manera en relación a las rutas opcionales que recorren un largo camino promocionando esa creencia.
"Uno tiene que presionar la envoltura (con Fitzgerald)," dijo Arians, quien sabe que Fitzgerald prefería tener solo una opción cuando Arians recién arribó. "También tienes que saber si le estás pidiendo que haga demasiado. Si está jugando lento, es que le estoy pidiendo que haga demasiado. Tienes que ponerlo en condiciones de jugar rápido. Ese es mi trabajo."
Images of running back Andre Ellington