Carson Palmer mariscal de Cardenales lanza lo que resultó ser un pase profundo incompleto durante la derrota el pasado fin de semana en Buffalo.
Carson Palmer era parte de las conversaciones para JMV. Larry Fitzgerald y John "Smokey" Brown fueron receptores de 1,000 yardas. Michael Floyd acumulaba juegos de 100 yardas.
Todos esos jugadores todavía son parte del plantel. Cardenales todavía tienen a J.J. Nelson amenaza en lo profundo, al confiable Jaron Brown e incluso a un receptor ultra-talentoso en el corredor David Johnson.
Ver el juego aéreo del equipo sufriendo altibajos a lo largo de tres partidos es sorprendente, por no decir menos.
"Cuando tienes a todos de regreso, esperas ser igual de bueno o mejor," dijo el entrenador Bruce Arians.
Cardenales establecieron marcas ofensivas la temporada pasada en puntos y yardas, y en gran medida fue debido a su prolífico juego por pase. Palmer tuvo por mucho su mejor temporada en la NFL y cierto retroceso era probable. Aunque después de la decepcionante salida en Buffalo, el ataque aéreo en su conjunto ha estado muy por debajo de lo previsto.
No es tanto de estadísticas en sí, aunque a estas alturas, sólo Fitzgerald está poniendo números con una sensación familiar. En cambio, se manifiesta por una falta de afinidad, especialmente con Palmer y sus receptores no estando en la misma página.
Eso puede suceder, no obstante, dado que no hay nuevas piezas en el juego aéreo, y que sólo el ala cerrada Jermaine Gresham no estaba por aquí antes del 2015, tales problemas son desconcertantes.
"Tenemos un montón de trabajo en el transcurso de los años," dijo Palmer, quien sólo está completando 57.3 por ciento de sus pases. "Tenemos que seguir trabajando y mejorar y perfeccionar esa sincronía y ritmo."
La relación touchdown- interceptación de Palmer fue excelente durante dos partidos – 5-0 – antes de que las cuatro intercepciones en el cuarto periodo en Buffalo lo arruinaran. Sin embargo, esas intercepciones proporcionan ejemplos de cómo el ataque aéreo se encuentra desalineado.
En una de las intercepciones, John Brown malinterpretó una señal, que lo llevó a ejecutar una ruta hacia el exterior en lugar de un poste. El balón fue directo al defensor profundo.
"Buena decisión de su parte, pobre de mi parte," dijo Brown.
En otra, Palmer esperaba que Floyd cortara frente al defensor profundo en la zona de anotación. Cuando Floyd se colocó detrás, aquella fue una fácil intercepción. Ambos vieron la cobertura de manera diferente, señaló Floyd, aunque la de Palmer "era la correcta."
"No planeo cometer ese error nuevamente," añadió Floyd.
La mejor manera de solucionar los problemas, expresó Floyd, es haciendo la tarea requerida. Eso es algo que cada individuo ha demostrado que sabe cómo hacer.
"Asegurarnos de que todos estamos en la misma página ... y ver todos lo mismo," dijo Floyd. "Sin lugar a dudas esa es una situación tonta."
El vanagloriado juego profundo de Cardenales parece estar perjudicando, después de haber causado tanto daño hace un año. Un pase largo estilo 50-50 para Floyd que parecía desmarcado al principio del partido, no se concretó luego de que Palmer lo puso un poco corto y Floyd no pudo quedarse con él.
Curiosamente, los números de Palmer en pases profundo son de hecho un poco mejor después de tres partidos que durante el mismo periodo en el 2015. De acuerdo con Pro Football Focus, Palmer ha completado 5-de-17 pases de al menos 20 yardas (29.4 por ciento) esta temporada, estadísticas que se fueron al resumidero luego que Palmer se fue 1-de-7 en Buffalo (incluyendo tres intercepciones.)
La temporada pasada, cuando Cardenales estaban con marca de 3-0, Palmer estaba 5-de-18 en esa clase de pases.
"Forzamos uno a John Brown cuando teníamos a otros tres hombres desmarcados más en corto, tratando de conseguir que algo se iniciara," dijo Arians. "Una vez más, tenemos un pase profundo en todo lo que hacemos, aunque también tenemos opciones en cada nivel de cobertura y es decisión del mariscal sobre cuándo disparar y cuándo lanzar más en corto."
Después de los tres primeros partido del 2015 (incluyendo la postemporada) Palmer completó 29-de-78 pases profundos, un porcentaje de 37 por ciento.
"Sólo se requiere de una jugada grande para que nuestra ofensiva agarre aviada," expresó Floyd.
Some of the top individual performances in Buffalo