Es la semana de Seattle. Más específicamente, la semana en Seattle, un partido que los Cardenales han estado ansiosos por jugar desde hace tiempo ahora que Carson Palmer se encuentra saludable. Es interesante que Cardenales vengan de ese partido donde sufrieron cuatro pérdidas de balón en Cleveland, partido que ganaron — porque la vez anterior que sufrieron cuatro pérdidas de balón fuera de casa, también ganaron. Ese partido fue el aturdidor 17-10 en Seattle cerca del final de la temporada 2013, aquel en el que Palmer lanzó cuatro intercepciones y con todo y eso logró conectarse con Michael Floyd con un espectacular pase para touchdown al final del partido para los puntos que aseguraron la victoria.
Los Cardenales se encuentran con marca de 2-1 bajo la dirección de Bruce Arians en partidos fuera de casa en los cuales han tenido 4 pérdidas de balón. La única derrota fue en 2013 en San Francisco 32-20, un partido que se recuerda por el crucial balón suelto de Larry Fitzgerald mientras Cardenales avanzaban en pos del touchdown que representaba la ventaja — aunque tal vez podría ser mejor recordado por la arrolladora trayectoria de 18 jugadas para touchdown de los 49's que consumió 9:32 del reloj de juego en 11 jugadas (incluyendo las ocho últimas) que fueron acarreos por el centro.
El punto es que siempre hay maneras de superar incluso los desordenados días en lo que ocurren pérdidas de balón. Los partidos de tres perdidas de balón que condujeron a los Cardenales a sus dos derrotas en lo que va de esta temporada no se basan en las pérdidas de balón exclusivamente — en ambos casos, los Cardenales tuvieron todavía al final posibilidades de ganar el partido.
No obstante, las pérdidas de balón hacen que el trabajo sea mucho más complicado. Los Cardenales tienen 14 pérdidas de balón en total en ocho partidos, 10 de esas en los ya mencionadas tres partidos — la victoria en Cleveland y las derrotas contra Carneros y Acereros. Aparte de Empacadores y Bengalís, Cardenales (mientras enfrentan un calendario mucho más complicado) no verán a muchas ofensivas grandiosas. Ninguna que coincidía con lo que los Cardenales pueden conseguir en ese lado del balón. Sin embargo, perder el balón puede cambiar esas probabilidades rápidamente.