El safety Kerry Rhodes todavía condujo su programa de radio semanal el miércoles por la noche, presentándose en el "Big Red Rage" en el Centro Comercial Chandler Fashion. Pero cuando le preguntaron durante el programa sobre el dolor que estaba sintiendo en su maltratada espalda, Rhodes dijo: "¿en una escala de 10? Es de 13."
Rhodes, quien no entrenó el miércoles, fue contundente acerca de su problema en la espalda. "No es bueno," dijo Rhodes, bromeando que se trataba de "un caso de vetera-nitis."
"Mi espalda está bastante dañada en este momento, pero estoy tratando de regresar," agregó Rhodes.
Rhodes dijo que no eran espasmos en su espalda. Piensa que hizo algo cerca de la línea de gol al inicio del partido, pero cuando ocurrió no le prestó mucha atención. Salió del campo en el último período cuando comenzó a molestarle, pero regresó nuevamente al terreno de juego a pesar de que todavía tenía dolor. Pensó que podía hacer la diferencia. "Quería ayudar a mi equipo a ganar," dijo Rhodes. "Los entrenadores no sabían que yo quería entrar nuevamente. Simplemente ingresé corriendo al campo."
Eso, fue contraproducente, fue un error. La espalda de Rhodes no respondió durante su última jugada y el dolor "se dispersó hasta mis pantorrillas." Al ver la repetición, se puede ver como Rhodes queda paralizado y un jugador de los Bills se lo entre lleva con un aparatoso bloqueo. Rhodes no podía moverse en ese momento y sencillamente recibió el golpe.
"Pienso que fue un poco sucio, pero eso es parte del juego," dijo Rhodes. "El bloqueo no generó ningún daño. Todo fue el problema con la espalda."
Rhodes dijo que nunca ha tenido problemas de espalda. "Me duele cuando hago cosas comunes," dijo Rhodes. "No puedo lavarme los dientes, ni puedo atarme los zapatos."