Stump Mitchell, a la izquierda durante sus días como jugador con los CArdenales, es ahora el entrenador de corredores del equipo (recuadro derecho parado frente al corredor Ryan Williams).
Stump Mitchell llegó al Aeropuerto Sky Harbor de Phoenix la semana pasada, dejó su automóvil en uno de los lotes de estacionamiento y tomó un autobús a la terminal.
Estaba ahí para tomar un vuelo a Alabama donde trabajó con el corredor de los "Crimson Tide" Eddie Lacy, una de sus muchas nuevas responsabilidades como entrenador de corredores de los Cardenales. Lyvonia Mitchell regresó al Sur sólo por un día, volvió a sus raíces donde siendo un muchacho de corta estatura y muy fornido jugó futbol con sus hermanos mayores y se ganó el apodo que lo ha acompañado toda la vida.
Su hogar, a decir de todos, está en Georgia, pero a tres zonas de horario diferente en dirección Oeste, está la segunda casa de Mitchell. Fue corredor de los Cardenales cuando el equipo se trasladó a Phoenix desde San Luis en 1988, y dejó el equipo una temporada más tarde siendo el segundo mejor corredor de la franquicia.
En Febrero, el nuevo entrenador de los Cardenales Bruce Arians contrató a Mitchell, que regresó a una nueva Arizona. Ha cambiado un poco desde la última vez que vivió en Chandler Boulevard y calle 42 hace unos 24 años. Los autopistas Loop 101 y Loop 202 fueron construidos, al igual que el Tempe Town Lake. El aeropuerto ha sido ampliado.
"Te lleva mucho tiempo salir del aeropuerto ahora," dijo Mitchell riendo.
Así como lo hizo para salir del aeropuerto Sky Harbor, Mitchell encontró su camino de regreso a Arizona.
Su regreso comenzó años antes de que felicitara a Arians en el Tazón de los Graduados (Senior Bowl) en Enero. Después de sufrir su primera lesión de rodilla que amenazó su carrera con los Cardenales en 1989, Mitchell se unió a los Jefes de Kansas City en 1991. Su entrenador de corredores era Arians, quien vio terminar la carrera de Mitchell definitivamente cuando se lesionó seriamente su rodilla en un regreso de patada.
"Nadie lo tocó," dijo Arians. "Fue una pena. Se llenaron de lágrimas mis ojos porque es una persona fabulosa."
Arians siguió con atención la carrera como entrenador de Mitchell, desde la escuela secundaria Casa Grande hasta la Universidad Estatal de Morgan desde los Halcones Marinos de Seattle hasta los Pieles Rojas de Washington hasta, recientemente, la Universidad del Suroeste. Mitchell fue despedido restando dos partidos para que finalizara la temporada 2012 y estaba buscando regresar a la NFL.
Mitchell no se sintió cómodo presentando la idea de unirse al personal de Arians en el Tazón de los Graduados.
"No le dije nada en ese momento sobre el trabajo porque yo sabía más o menos lo que él tenía en mente y lo que quería hacer", dijo Mitchell.
Pero Arians le envió un texto a Mitchell dos semanas después con una invitación para reunirse en el Súper Tazón en Nueva Orleans. Hablaron y Arians voló de regreso a Phoenix con su nuevo entrenador de corredores.
Mitchell quería ser parte del resurgimiento de los Cardenales. Eso estaba claro para él desde la primera vez que visitó el Estadio University of Phoenix como parte del cuerpo de entrenadores de los Halcones Marinos de Seattle en el 2006.
"Seattle es ruidoso, no hay duda al respecto," dijo Mitchell. "Pero cuando llegamos aquí y jugamos en ese estadio, eso incluso trajo lágrimas a mis ojos. No puedo creer lo ruidoso que es ese lugar. Fue increíble.
"Estaba muy emocionado de que los aficionados finalmente apoyaran a este equipo."
Los días cuando se jugaba en el Estadio Sun Devil, donde las multitudes más grandes que él vio fueron para apoyar a los Vaqueros de Dallas, a los Osos de Chicago y a los Acereros de Pittsburgh, se han ido. Un par de años después de aquel primer viaje al Estadio University of Phoenix, Mitchell estaba en las gradas para presenciar el Súper Tazón XLIII.
La lealtad en los deportes se ha desvanecido conforme los contratos han crecido. Pero Mitchell es de la vieja escuela. Entró en la NFL como un corredor pequeño en una época en que la tendencia se inclinaba hacia acarreadores más corpulentos, de mayor estatura. Elegido en la novena ronda del Draft NFL de 1981 producto de Citadel, Mitchell ha reservado un lugar especial para los Cardenales.
Sin ellos, Mitchell no cree que hubiera tenido una carrera en la NFL.
"Fue el único miembro del cuerpo técnico que abracé cuando lo vi," dijo el presidente de los Cardenales Michael Bidwill. "Fue un gran jugador para nosotros durante mucho tiempo. Yo era un niño encargado de recoger los balones cuando lo seleccionaron.
"Cuando tuvimos la oportunidad de traerlo de regreso, estaba muy emocionado. Fue probablemente el entrenador del que más estuve al pendiente con Bruce Arians durante el proceso de contratación. '¿No has hablado con Stump?' Fue de nervios porque queríamos tenerlo de regreso."
Enfrentar como entrenador a su ex equipo fue más fácil que la idea de jugar contra él, dijo Mitchell. A pesar de que es parte de los libros de records de los Cardenales, Mitchell espera que la nueva generación de corredores, Rashard Mendenhall y Ryan Williams pronto lo reemplacen en el tablero de líderes. Mitchell es el segundo en total de yardas por tierra con 4,649, tercero en intentos de acarreo con 986, tercero en touchdowns por tierra con 32, segundo durante su carrera y en una temporada en promedio por acarreo con 4.7 y 5.5, respectivamente. Posee cuatro de los mejores 30 juegos por tierra en la historia del equipo.
Aunque nunca se enfrentó con el dilema de jugar contra los Cardenales, Mitchell estaba listo por si acaso.
"Siempre me había dicho que no importaba cuáles fueran las circunstancias, yo nunca anotaría contra los Cardenales," dijo Mitchell. "Nunca anotaría. Saldría del campo en la yarda 1."
Este no fue un pensamiento fugaz. Mitchell cree firmemente, incluso que en el calor de una carrera, que sería capaz de salirse del campo justo antes de la línea de anotación.
"Eso es lo que soy," dijo. "Estoy muy agradecido por la oportunidad que me dieron y eso es lo que quiero de parte de los jóvenes que estoy entrenando, que sean agradecidos por la oportunidad que tienen aquí."
Los Cardenales dieron de nuevo una oportunidad a Mitchell.
Está de regreso en Phoenix, una ciudad que espera convertir en su hogar permanente. Todavía se está aprendiendo el rumbo de las autopistas, como llegar a un nuevo centro comercial o al vecindario. Incluso el edificio en el que trabaja todos los días es algo nuevo para Mitchell. Los Cardenales se mudaron a sus instalaciones de entrenamiento en Tempe en 1990, después que él salió del equipo.
Y como si eso no fuera suficiente para Mitchell en comparación a lo que era, el aeropuerto Sky Harbor cambió literalmente como de la noche a la mañana.
Después de regresar a Phoenix la semana pasada, Mitchell intentó encontrar transporte de regreso al estacionamiento donde dejó su automóvil. Excepto que no había servicio de transporte que encontrar.
"Ahora tienes que tomar el tren," dijo Mitchell. "Las cosas están cambiando día a día."