Steve Keim ha mencionado algunas veces en los últimos años, que todo el tiempo antes del draft se genera un exceso de análisis sobre los jugadores. Es inevitable, en realidad, mientras los días transcurren y el draft no se lleva a cabo. Dentro de un equipo, eso se puede controlar de alguna manera; los Cardenales han estado realizando sus reuniones para el draft por apenas poco más de una semana y ya se ha formado un constante desfilar de personal, exploradores de talento y entrenadores que entran y salen de la sala de draft.
Pero recordamos todo lo que se ha dicho sobre Jameis Winston y Marcus Mariota y donde esos mariscales podrían salir en el draft y el repentino aumento — al menos en los medios de comunicación — de la conversación de que Mariota es considerado ahora por muchos como el mariscal de campo prospecto número 1 siendo que Winston parecía ser la opción del consenso a lo largo de la mayor parte de la temporada baja. Ahora se presenta un cambio radical, a pesar de que ninguna de las 18 intercepciones de Winston esta temporada tuvieron lugar en las últimas semanas y a pesar de que la personalidad tranquila de Mariota probablemente no se ha transformado repentinamente en una notoria y de voz potente.
Al final, se espera que el draft no tenga ninguna desviación significativa de lo que todo mundo pensó que sería originalmente en Febrero — Se cree que Winston sale primero a Tampa, Mariota sale entre los primeros cinco a algún otro lugar. Se espera que la gente siga hablando sobre los corredores, pero eso es si salen en la primera ronda, y de ser así saldrían será ya en la parte final, porque es ahí donde le corresponde a los corredores. Se cree que, a pesar de que los Cardenales probablemente esperan que se presente un descenso, todos los caza-mariscales más sobresalientes serán elegidos entre las primeras 20 selecciones, independientemente de los problemas que hayan presentado fuera del campo. Siempre es una falacia que los jugadores se "muevan" en las pizarras de los equipos. Una vez más, los Cardenales comenzaron apenas las evaluaciones del draft la semana pasada, así que nadie es calificado a estas alturas de cualquier manera.
El draft está todavía a más de dos semanas de distancia. Todavía hay mucho tiempo para que todos esos jugadores sean analizados y re-analizados una y otra vez. La meta para los equipos — y para los Cardenales — es asegurarse de que eso no suceda. Se trata de calificar a un individuo, y seguir adelante.