Los movimientos de hoy para dejar en libertad al esquinero William Gay y al linebacker Stewart Bradley no son realmente impactantes. Esto es lo que sucede cuando el salario es superior a la producción, tal y como el gerente general Steve Keim lo comentaba hace sólo un par de semanas. La historia de Bradley es bien conocida, y después de que no hizo mucho la temporada pasada y con un salario de $5 millones nuevamente para este año, su futuro estaba prácticamente escrito. El tiempo de juego que Gay consiguió en el 2012 elevó su salario de $1.475 millones a $3.225 millones, y eso probablemente también le cueste a Gay cualquier posibilidad de regresar. Con alrededor de $7 millones de dólares ahorrados en el tope salarial, los Cardenales están ahora por debajo del límite.
Aún queda trabajo por hacer, por supuesto, el más notable es el contrato del mariscal de campo Kevin Kolb. No se ha dicho ni una palabra aún sobre cualquier conversación o movimiento en esa área. Los Cardenales tienen que ajustar por ahora su enorme cifra de $13.5 millones al tope salarial, pero nada ha cambiado en relación al hecho de que algo tiene que suceder. A Kolb se le debe pagar pronto un bono de $2 millones (no se conoce la fecha, pero se anticipa que puede ser para el inicio del año fiscal de la liga el 12 de Marzo o muy cerca de esa fecha) y no parece que será pagado a menos que un nuevo acuerdo tenga lugar.
Los Cardenales estaban aproximadamente $1.2 millones por encima del tope según Adam Schefter antes de los recortes de hoy, por lo que el ahorro debería colocarlos un poco más de $5 millones por debajo —espacio decente para respirar a corto plazo, aunque una oferta al marisca de campo podría comerse un poco de ese espacio si es que dicha oferta tiene lugar. ¿Los movimientos futuros, aparte del de Kolb, se presentarán en forma de recorte o reestructuración? Quién sabe. No hay que olvidar, una reestructuración, básicamente, significa dar más dinero al jugador ahora por el privilegio de empujar el espacio del tope salarial al tope salarial de los años por venir. Eventualmente, eso tendrá que ser pagado. Y si hay algo que hemos aprendido sobre el nuevo contrato colectivo de trabajo y el tope salarial es que fue creado para ya no tener esos gigantescos picos de año-en-año —convirtiendo la gestión del tope salarial para cada uno de los equipos en algo un poco más difícil de año con año. Bradley y Gay no fueron los únicos veteranos de la NFL en ser cortados hoy, eso es por seguro.
Eso también resalta otra realidad de la NFL — por todo el crujir de dientes que se presenta cuando la agencia libre inicia acerca de por qué los Cardenales (o cualquier otro equipo) no firmó a este o aquel jugador — el draft es la manera de construir una alineación. En última instancia, los equipos no le permiten partir a los jugadores que se piensa no se pueden dar el lujo de perder.