Larry Fitzgerald corre para su segundo touchdown el domingo luego de un pase pantalla de Derek Anderson, una anotación que les dio a los Cardenales su única ventaja durante la segunda mitad.
Ken Whisenhunt dijo probablemente la única cosa que podía decir, unos minutos después de la derrota de Cardenales 38-35 ante los Bucaneros el domingo.
En ese momento, no sabía a quién iba a utilizar como mariscal la siguiente semana en Minnesota. Así que no iba a tomar ninguna decisión.
Sin embargo, Whisenhunt añadió, "Esa posición no está logrando la producción que necesitamos y vamos a darle una revisión profunda a ese asunto."
Por segundo inicio consecutivo, Max Hall no logró mantenerse en el partido. Esta vez, no fue un golpe a la cabeza lo que lo consignó a la banca. Fueron los errores, dos intercepciones regresadas para touchdown que resultaron devastadoras para un equipo que perdía por tres.
Por segundo juego consecutivo, el veterano Derek Anderson ingresó y jugó bien de inmediato. Anderson puso a su equipo arriba en el marcador. Y al final, cuando tuvo la oportunidad de convertirse en un héroe – y conseguir por lo menos un empate y la oportunidad de un tiempo extra – lanzó una crucial intercepción.
Whisenhunt, y los Cardenales, se quedaron con una derrota y sin nada que decir.
¿Que mariscal de campo utilizar?
Ambos jugadores dijeron lo que era de esperarse: trabajarán toda la semana, y esperarán a que Whisenhunt tome una decisión.
"Yo sencillamente regresaré mañana, veré el video y continuaré trabajando de la forma que lo he venido haciendo y voy a prepararme de la forma como lo he hecho y cualquiera que sea la decisión del entrenador yo seguiré adelante," dijo Anderson.
"Simplemente voy a tomar meddidas y hacer todo lo que pueda mentalmente para estar listo para lo que sigue y los entrenadores harán una decisión," dijo Hall. "Solo debo de preocuparme por continuar mejorando. Cualquiera que sea yo o Derek … tenemos que jugar mejor."
¿Lo irónico en esto? De muchas maneras, los Cardenales tuvieron su mejor día ofensivo de la temporada contra los Bucaneros. El receptor Larry Fitzgerald tuvo su primer partido con más de un touchdown. Su compañero receptor Steve Breaston consiguió los números más altos de su carrera con 147 yardas. Los Cardenales promediaron 4.3 yardas por acarreo. Y los más importante, para un equipo que tenía un touchdown por tierra o por pase en los pasados tres partidos, los Cardenales lograron cuatro contundentes touchdowns el domingo.
Tal vez era imposible mantenerse alejado de lo negativo. Pero, por instante, quizá, cuando Hall dirigió una trayectoria para touchdown en su segunda posesión después de lanzar su primer pase anotador de la NFL a Fitzgerald. Fitzgerald atrapó el balón y se la entregó de inmediato a Hall, un recuerdo de lo que fue y la esperanza de un buen presagio de lo que podría ser.
Sin embargo a la mitad del segundo periodo, Hall había lanzado mas pases de touchdown a los Bucaneros que a sus compañeros, y Anderson fue convocado.
"Le vamos a dar una oportunidad a Derek," le dijo Whisenhunt a Hall. "Tu tranquilo, vas bien. Simplemente vamos a permitirle a Derek que ingrese."
Es de esta manera como Hall recordó la conversación después del partido, y sí así fue como sucedió, posiblemente Hall aún podría ser convocado para la semana próxima en el Metrodome de Minnesota. Dependiendo de como usted analice la participación de Anderson, usted podría ver por qué Anderson no está definido.
"Conseguí poner al equipo de nuevo en la pelea y darnos una oportunidad de ganar el juego." Dijo Anderson.
La primera intercepción de Anderson pudo haber sido un balón suelto. Su pase al corredor LaRod Stpehens-Howling fue una gran atrapada cuando Stepehens-Howling fue embestido por un defensor, y cuando le balón saltó, el linebacker de los Bucaneros Barrett Ruud se lanzó un clavado y atrapó el balón justo antes de que tocara el pasto. Es muy difícil culpar a Anderson por esta falla.
La intercepción final fue diferente. En la jugada había de hecho un receptor desmarcado mientras los Cardenales desarrollaban un cruce doble. Pero era Early Doucet corriendo la diagonal interna contra la zona, no Fitzgerald en la diagonal de adentro hacia afuera. Anderson le lanzó a Fitzgerald. El esquinero de los Bucaneros Aquib Talib terminó con el balón en sus manos.
Whisenhunt terminó frente a una situación que no esperaba tener.
Los números de Hall no son buenos, pero es un novato. En sus tres partidos, tiene 29 completos de 59 intentos para 275 yardas. Fitzgerald insistió en que solo está recibiendo los moretones normales de un novato y los Cardenales "deberán continuar animándolo." Los números de Anderson en general son mejores, aunque es la intercepción que lanzó al final el domingo lo que tiende a retrasar el proceso de inclinarse por él.
La sabiduría popular dice que Whisenhunt probablemente ira con Anderson. No hay información oficial en esto, pero después de tener que sacar a Hall otra vez, uno pensaría que los entrenadores están cautelosos de que eso le suceda repetidamente a Hall. Eso podría socavar la confianza, sin importar que tan motivado un individuo – como Hall – pueda estar.
Los Cardenales todavía están muy metidos en la pelea de la Oeste en la NFC. Los cuatro equipos están muy pegados el uno al otro. Ahora que su ofensiva tuvo una pequeña mejoría el domingo – el menos en lo que a puntos se refiere – decidir por un mariscal de campo representa aún más peso.
"A uno le encantaría tener un tipo que pueda lanzar a distancia y que haga lo que tú necesitas que haga," dijo Fitzgerald. "Sin embargo con cualquiera que esté ahí, debemos salir al campo y jugar cueste lo que cueste."