Había tantas emociones en el estadio como hacía rato no las vivía.
Era el regreso de Kyler Murray después de 335 días.
Era el regreso también de James Conner
Había muchos elementos para que este fuera un partido importante para todos.
Todo este tiempo que K1 estuvo recuperándose de la lesión de la ruptura de ligamentos cruzados (ACL) le sirvió de mucho para pensar, para analizar y para cambiar muchas cosas. Si había alguien que estaba listo para tener este regreso era el mismo Kyler Murray.
Existían muchas dudas en todos los aspectos por parte de los "expertos" y de los fans… Alguna preguntas y cosas que me tocó escuchar eran:
¿estará listo para jugar todo el partido?
Seguro va a sentirse fuera de ritmo
¿ podrá superar el miedo luego de no jugar por casi un año?
Y así pudiera seguirle… lo mejor de todo es que al final demostró que si puede, que está listo y que es un gran QB.
Naturalmente hubo algunos errores como el pase interceptado y una salida en falso, pero mayormente K1 ya dejó que claro que está recuperado y todo se podría poner mejor.
Sus numeritos en el triunfo ante Atlanta:
Aire: 19/32 249 yardas, no TD y una INT
Tierra: 6/33 con 1 TD
Estuvo cambiando jugadas en la línea del golpeo y mostró liderazgo.
Ayudó que James Conner estuviera presente sin duda alguna ya que tener un corredor así, beneficia en todos los aspectos.
El TE Trey MCBride tuvo el mejor juego de su carrera finalizando con 131 yardas. Desde 1989, Arizona no tenía un TE con más de 100 yardas... aunque usted no lo crea.
Hollywood Brown no tuvo el mejor domingo pero estuvo cerca de varias jugadas y la conección entre el #1 y el #2 es especial.
La defensiva mostró clase y aguantó bien. Otras tres capturas de QB y durante todo el juego estuvieron presionando mucho al QB rival. Destaco al novato BJ Ojulari que estuvo genial capturando en un par de ocasiones al mariscal de campo de los Falcons. Gardeck por cierto es líder de sacks del equipo (5).
Los fans se fueron contentos de STATE FARM Stadium. La directiva también estaba feliz y los jugadores regresaron a casa satisfechos. Al final es un triunfo que no te hace el campeón pero después de tener un récord de 1-8 cualquier victoria cae como anillo al dedo.
A seguir trabajando y pensar en los Texans la siguiente semana. Hay razones para irle a los Cardenales.
Hoy más que nunca el futuro luce prometedor… lo mejor está por venir.