Otrora compañeros de equipo en Notre Dame Michael Floyd (15) y Robert Hughes (39) charlan durante un reciente entrenamiento de los Cardenales.
Cuando Tyrann Mathieu fue seleccionado por los Cardenales en la tercera ronda del draft 2013 de la NFL, había muchas cosas en Luisiana que él quería dejar atrás.
Mientras que su estado natal fue escenario de su ascenso al estrellato en LSU (Universidad Estatal de Luisiana), fue también el lugar de su caída, cuando el uso de la mariguana dejó a Mathieu fuera del equipo de los Tigres y lo llevó brevemente a la cárcel. La turbulencia le hizo desconfiar de los conocidos, un sentimiento que sólo acentuó después de firmar un lucrativo contrato de cuatro años.
A pesar de aquella inquietud, cuando Mathieu llegó a Arizona, todavía había una persona de su pasado que no podía esperar para ir a buscar: el esquinero Patrick Peterson.
"Muchas veces uno establece relaciones con los compañeros, y no sabes por qué se están juntando contigo o lo que quieren de ti," dijo Mathieu. "Entre nosotros, lo entendemos. No queremos nada el uno del otro, solo vernos el uno al otro teniendo éxito."
La relación de Mathieu y Peterson es bien conocida, ya que jugaron juntos en LSU antes de unir fuerzas con los Cardenales. Si bien ellos son de alto perfil, la alineación de los Cardenales está abastecida con otros antiguos compañeros universitarios que se han reunido con los Cardenales.
Los linieros ofensivo Bobby Massie y Bradley Sowell jugaron juntos en Mississippi. Los apoyadores Sam Acho y Lorenzo Alexander fueron compañeros con los Longhorns (Cuernos-largos). El ala defensiva Kareem Martin y el guardia ofensivo Jonathan Cooper lucharon a diario en los entrenamientos en Carolina del Norte. Clemson tiene un trío de jugadores – el corredor Andre Ellington, el receptor abierto Jaron Brown y el pateador Chandler Catanzaro – con los Cardenales, y hay muchos otros en todo el plantel.
Incluso los veteranos de mucho tiempo en la NFL como el tackle defensivo Darnell Dockett, el apoyador Ernie Sims y el esquinero Antonio Cromartie se reúnen más de una década después de su época en la Estatal de la Florida, mientras que el pateador Jay Feely y el apoyador Larry Foote son compañeros de equipo de nuevo 16 años después de asistir juntos a Michigan.
Mientras que los jugadores tienden a desarrollar con rapidez otras amistades en los vestidores, es agradable ver una cara familiar inmediatamente después de mudarse a una nueva ciudad. Después que Martin fue seleccionado en la tercera ronda este año, comenzó a conversar con Cooper a través de mensajes de texto. Una vez que Martin llegó a Arizona, Cooper lo invitó a salir junto con otros jugadores.
"Puedo visitarlo en su casa y sé que me dará la bienvenida con los brazos abiertos," dijo Martin. "Puedo preguntarle sobre la área, ya que ha estado aquí durante un año completo. Esto hace que la transición sea mucho más fácil."
El receptor abierto Michael Floyd está entrando apenas en su tercer año en la NFL, pero ya es el experimentado entre la brigada de Notre Dame con los Cardenales. Jugó con el corredor Robert Hughes y el ala cerrada Troy Niklas en South Bend, y mientras el ala cerrada John Carlson estuvo antes de su época con los Guerreros Irlandeses, la conexión universitaria sigue allí.
"Cuando nuestros compañeros nos visitan siempre preguntan, '¿Cuál es el mejor lugar para vivir?' " O '¿Cuál es el objetivo aquí?' " Dijo Floyd. "Siendo mi tercer año, eso es algo con lo que puedo conectar con ellos."
Acho dijo que él y Okafor siguen compartiendo bromas de la época universitaria, y que conversan periódicamente acerca de su época juntos en Texas. Okafor dijo que la ventaja más grande se produjo en la sala de juntas de los apoyadores el año pasado, donde se sentía cómodo integrándose a la conversación como novato con el apoyo de Acho.
"Simplemente poder entrar a un salón donde puedes ser tú mismo y sentirse aceptado, todo mundo quiere eso," dijo Okafor. "La mayoría de mis preguntas llegaron en el aula, porque para eso estoy aquí, para ayudar a este equipo. Fue definitivamente una bendición que él estuviera aquí."
Mathieu y Peterson patrullan juntos la secundaria, mientras que el ex compañero de equipo de LSU Kevin Minter está ahora programado para unirse a los titulares como apoyador interno en su segunda temporada. Mathieu cree que tener tres ex compañeros de universidad en la misma defensiva – y si el profundo Curtis Taylor se queda con el equipo, serían cuarto – se adhiere la química.
"Nos alojamos en el mismo complejo de apartamentos, la mayor parte, y siempre estábamos uno cerca del otro (en LSU)," dijo Mathieu. "Nos sentimos cómodos los unos con los otros. Soy encargado de llamar las jugadas, Kevin también está encargado de eso. Cuando dice algo, yo lo entiendo. Y cuando digo algo, él lo entiende. Nos ayuda a acoplarnos mejor."
Por la forma en la que trabaja la NFL, los jugadores pueden dividirse rápidamente en facciones dependiendo de su estilo de vida, edad, posición, personalidad o cualquier otra cantidad de factores. Pero al principio, un compañero universitario puede ser una guía útil, tanto dentro como fuera del campo.
"Cada vez que alguien necesita un lugar para quedarse, un lugar para comer, un lugar para pasar el rato o lo que sea, esa relación pre-existente hace que todo sea más fácil," dijo Acho.