El nuevo Cardenal Bryan McCann es derribado en un partido del 2010 por el ex Cardenal Trumaine McBride cuando McCann jugaba con Dallas.

La semana pasada, Curtis Taylor y Bryan McCann llegaron a los vestidores de los Cardenales listos para otra entrevista de trabajo.

En vez de un traje y corbata vestían pantalones cortos y taquetes, preparados para una oportunidad única de impresionar al entrenador Bruce Arians. A ellos se unieron algunos otros aspirantes que arribaron en un vuelo diferente y se alojaron en otro hotel, con la meta final de firmar otro contrato en la NFL.

Así es la vida de un agente libre no muy conocido, McCann y Taylor, quienes fueron firmados por los Cardenales el jueves, la conocen muy bien.

Después de ser cortado al finalizar el campamento de entrenamiento la temporada pasada por los Raiders de Oakland, McCann, quien jugó en ocho partidos la temporada pasada con los Delfines de Miami, tuvo siete pruebas en ocho semanas. Un avión se ha convertido en su 

segundo modo de transporte. En cierto momento se topó con otro agente libre en dos ocasiones.

"Cada vez que me daba cuenta estaba en un avión," dijo.

Aunque sus pruebas lo llevaron a Dallas, Chicago, Nueva Inglaterra, Atlanta y Kansas City, no pude mantener las millas de viajero frecuente.

"Ojalá pudiera," dijo McCann con una sonrisa.

Para McCann y Taylor, quien tuvo tres pruebas la temporada pasada, la de la semana pasada con los Cardenales fue la primera de este año.

"Una y realizada," dijo Taylor con entusiasmo.

Después de llegar a Arizona, se sometieron a exámenes físicos y luego salieron al campo frente al entrenador Arians y miembros de la oficina administrativa. En unos 25 minutos pasaron por nueve ejercicios para defensores profundos que ayudaron al personal de los Cardenales a determinar si serían capaces de contribuir con la secundaria.

Pero ni McCann ni Taylor se preocuparon con eso. La presión de formar parte de un equipo se fue con su primera prueba hace años.

"Una vez que has estado haciendo esto durante tanto tiempo, la presión se va," dijo Taylor, quien también se probó con los Cardenales en el 2011. "Uno sale al campo de entrenamiento y se desempeña y no tienes nada de qué preocuparte.

"No voy a decir que es estresante, pero es una oportunidad. Uno llega y hace lo mejor posible y esperas lo mejor."

Después de tantos rechazos, McCann ha desarrollado una piel gruesa. Aprendió hace años que la NFL es un negocio y las decisiones tomadas no son personales. Le ayudó para enfrentar con el mismo enfoque cada prueba: "Tengo que asegurarme que soy el mejor en el terreno de juego," dijo.

Cada equipo tiene su propia manera de llevar a cabo las pruebas, tanto McCann como Taylor estuvieron de acuerdo.

Algunos las manejan como los Cardenales, enfocados en el futbol y los básicos. Otros ponen a los agentes libres a través de un mini-día para profesionales, y los ponen a realizar ejercicios de cono, levantamiento de pesas, salto vertical y la carrera de las 40 yardas.

"Prefiero salir al campo, hacer algunos ejercicios y mostrar lo que puedo hacer," dijo McCann.

Los viajes son rápidos, pero los resultados pueden ser de larga duración. Mientras los otros agentes libres se fueron a su casa, McCann y Taylor se unieron y reforzaron  la alineación que estaba débil con la salida de algunos elementos de la secundaria.

Por el momento, el desánimo se ha ido y el estrés de estar a la deriva ha terminado. Sus entrevistas de trabajo, a decir de todos, fueron un éxito, pero McCann y Taylor no se están establecidos todavía.

"Es un peso que te quitas de encima," dijo McCann. "En realidad nunca puedes estar demasiado relajado en este negocio porque sabes cómo son las cosas después de ver tantas cosas raras.

"No puedes relajarte demasiado, pero se siente bien por ahora."