El corredor en rehabilitación Ryan Williams muestra su rodilla derecha reparada por medio de cirugía. Williams tiene la meta de estar listo para cuando inicie el campamento de entrenamiento.
Ryan Williams estaba sentado en la suite del entrenador en jefe Ken Whisenhunt en el Estadio University of Phoenix durante el primer partido del año de la temporada regular contra Carolina comportándose un tanto "anti-social" incluso a pesar de que Alice la esposa de Whisenhunt estaba pendiente de él.
"Sabia que sería difícil para él como jugador estar de espectador," dijo Alice Whisenhunt. "Es un gran tipo, muy educado, pero no quiso comer, así que me di cuenta que algo estaba pasando."
Era la realidad lo que molestaba al corredor novato, solo unas cuantas semanas después de desgarrarse el tendón de la rotula finalizando su primera temporada antes de que iniciara.
"Fue una gran lucha para no llorar ese día," recordó Williams. "Fue muy difícil no derramar lagrimas cuando la Señora Alice estaba hablando conmigo, tratando de asegurarse que todo estaba bien."
El obstáculo mental después de una lesión grave es a menudo más difícil que la cuestión física. Eso lo descubrió Williams después de algunos ejercicios que le mismo describió como "búsquedas en el alma." Sin embargo él se encuentra ahora en un lugar diferente, acudiendo a las instalaciones de los Cardenales en Tempe todas las mañanas, ansioso por re-iniciar su carrera en el campo de juego.
Casi con impaciencia muestra para una foto su rodilla derecha sometida a una cirugía de reparación, habla de que probablemente agregará un tatuaje relacionado con el futbol a su ya muy-tatuado cuerpo para encubrir la cicatriz. Sacude su cabeza al indicar que ya no tiene "marcados en lo absoluto sus músculos cuádriceps" y suena muy emocionado por que pronto podrá empezar a correr.
Salvo un contratiempo, Williams estará listo para el campamento de entrenamiento. En teoría podría estar listo a tiempo para algunas de las actividades organizadas por el equipo, pero tanto el cuerpo de preparadores fiscos como el de entrenadores parece que no dejarán que eso vaya más allá de algunos ejercicios individuales. No hay razón para forzarlo sino hasta Flagstaff.
"Ninguna lesión me va a detener, solo que me faltara una de mis piernas," dijo Williams. "Estoy muy motivado para convertirme en el mejor jugador que puedo ser. Quiero que mi carrera dure de 10 a 14 años. Diez es lo menos para mi. No me detendré. Quiero que mi carrera se desarrolle aquí … pero si algo llegara a suceder, los otros 31 equipos restantes tendrán que pararse delante de mi y decirme que no y aun así, seguramente tendrían que escucharme de nuevo. Eso es lo mucho que el futbol significa para mí."
Ese es el mensaje que Williams ha presentado una y otra vez desde que se lesionó. Se le ha dicho que el tendón se vuelve más fuerte que antes – no es un suceso extraño en este tipo de casos – y Williams no tiene dudas que será el mismo corredor que impresionó a los Cardenales antes de la lesión.
Está en línea para ayudar a Beanie Wells, quien consiguió su mejor temporada (1,047 yardas, 10 touchdowns) a pesar de jugar la mitad del año con un rodilla lastimada.
"El próximo será un buen año," dijo Williams. "Quiero ser el favorito de los aficionados, quiero ser el factor 'X', los entrenadores esperan mucho de mi y me apoyan demasiado. Es muy grato tener el respaldo de los entrenadores, y cuando tienen un gran concepto de ti, uno no quiere hacerles pensar lo contrario."
Esos pensamientos son exactamente lo que el entrenador en jefe Ken Whisenhunt quiere escuchar. Williams recuerda vívidamente la jugada en la que se lesionó, solamente vio una mancha verde por algunos segundos en una jugada estilo "counter" un defensor saltó en su espalda, y sintió la punzada.
El preparador físico Chad Cook le gritó que se quedara en el suelo, y Williams no tenia control sobre su pierna debajo de la rodilla. Él sabía que era algo malo, pero no quiso llorar hasta que preguntó cuanto tiempo estaría fuera. En el terreno de juego, le dejaron saber – de nueve a 12 meses. "es entonces cuando lloré," dijo Williams.
Rehabilitarse de una lesión que te dejó fuera toda la temporada puede ser solitario – los jugadores en la reserva de lesionados no pueden estar presentes en los entrenamientos – pero Williams se aseguró de asistir a las juntas y mantener alguna interacción con sus compañeros de equipo y entrenadores algo que Ken Whisenhunt esperaba que sucediera.
"Creo que su actitud mental enfocada en regresar es fundamental para su rehabilitación, y su actitud ha sido fantástica," dijo Whisenhunt. "Tiene todo el impulso. Él es lo que uno espera de un jugador, y eso le provoca coraje."
El coraje está ahí, es un tipo de coraje diferente. Parece ser que hay menos escépticos sobre el producto de Virginia Tech que aficionados apoyando su regreso y esperando su llegada. Williams sabe eso. A Williams, activo en Twitter (su apodo inspirado en Walter Payton es; @lilsweetness34), le encanta interactuar con sus simpatizantes.
A meses de su lesión, el breve periodo anti-social de Williams terminó hace tiempo. Todo lo que habla es acerca de lo que desea conseguir y de su éxito. Las expectativas de todo mundo parecen haber crecido en su año de ausencia – Williams ha pasado de convertirse de una aparentemente reservada segunda selección, a una, segunda venida de Payton y Berry Sanders combinados.
Williams no será eso. Pero no le importa si hay una barrera muy alta por superar. Es mejor que la alternativa.
"Eso agrega combustible a mi fuego," dijo Williams. "Realmente me gusta el futbol, es lo único que siempre he querido hacer. Yo solo tengo un plan en la vida, y ese es jugar futbol. No plan B, no plan C. Para la gente que me apoya tanto incluso cuando estoy abajo. Eso me hace sentir 10 veces mejor, así que puedo ser ese jugador."
