El receptor Larry Fitzgerald hace una atrapada durante la trayectoria del gol de campo para la victoria de Cardenales 34-31 sobre Bengalís.

En una noche donde Carson Palmer tuvo que escarbar para salir del hoyo mental en el que se encontraba, el mariscal de campo tuvo que ingeniárselas en una última marcha decisiva.

Los Cardenales habían permitido que los Bengalíes empataran el partido y colocando a Palmer en su yarda 16 con 58 segundos por jugarse y sin tiempos fuera. El entrenador Bruce Arians no iba a quedarse cruzado de manos y permitir que el juego se fuera a tiempo extra, y de parte de Palmer, no había ningún mensaje para sus compañeros de equipo.

"No es necesario el discurso," dijo Palmer, después de que los Cardenales lograran alzarse con la vitoria 34-31 sobre los Bengalíes en el Estadio University of Phoenix.

Se vio sencillo, además. Un pase de 19 Yardas al novato J.J. Nelson. Otro pase de 18 yardas a Larry Fitzgerald y de nuevo con Fitzgerald uno de 20 yardas para colocarse fácilmente en rango de gol de campo. Situación que se puso en riesgo, cundo el guardia Ted Larsen pareció haberse movido antes de tiempo, sin embargo resultó ser que los Bengalís provocaron la anticipación al estar vociferando un conteo falso. Después Chandler Catanzaro pateó el primer gol de campo para ganar un partido en lo que

va de su corta carrera.

"Esa es la razón por la que planeamos estás cosas para 60 minutos," dijo Arians sonriente.

Con victorias consecutivas en la función de "Sunday Night Football" y con la derrota de los Vikingos (7-3) el domingo, los Cardenales (8-2) ahora están sembrados como número 2 en la NFC detrás de Carolina (10-0). Sin duda NBC ha recibido una gran cantidad de entretenimiento por parte de los Cardenales después de la remontada que les dio la victoria la semana pasada en Seattle.

Por lo menos en Seattle los Cardenales pudieron cerrar tocando suelo con la rodilla al final del juego. Hubo un momento en que parecía que los Cardenales harían lo mismo ante los Bengalíes (8-2). Una áspera primera mitad – Cardenales perdía 14-7 y Palmer lanzó dos intercepciones en el primer periodo – dio paso a un espectacular tercer periodo en el cual Palmer completó 9 de 11 pases para 171 yardas y tres touchdowns.

"Estaba un poco fuera de sintonía," comentó Palmer, reconociendo que estaba presionado al inicio del partido al jugar contra su ex equipo. "Simplemente me di una sacudida y seguí jugando."

Con una ventaja de 28-21, el apoyador novato Markus Golden arrolló al mariscal de Bengalís Andy Dalton logrando la captura y forzando un balón suelto el cual recuperó el profundo Deone Bucannon en la yarda 10 de Cincinnati. Con 8:41 por jugarse, un touchdown parecía que liquidaría a los Bengalíes.

Pero Palmer casi provoca un balón suelto por sí mismo, entonces Catanzaro tuvo que patear el gol de campo, y los Bengalíes aún tenían vida.

Los Cardenales habían perdido a su tackle defensivo Frostee Rucker con una torcedura de tobillo, y después al esquinero Patrick Peterson – que durante todo el partido había hecho un gran trabajo marcando al receptor de Bengalíes A.J. Green – abandonó la contienda por una lesión en el tobillo derecho. Dejando a cargo de Green a Jerraud Powers o a Justin Bethel.

Entonces Bethel estaba contra Green para un intento en tercera-y-2 para avanzar a la zona de anotación y Cincinnati debajo por tres con casi un minuto por jugarse. Bethel tuvo sus manos en el balón para interceptarlo, pero le rebotó y cayó en las manos de Green – quien pensó que había logrado una dramática anotación, solo que fue marcado fuera del terreno de juego.

"Cuando te golpea las manos y la dejas ir, y después de todo parecía que la había atrapado en la zona de anotación, pensé, 'Caramba, no puedo creer que esto esté sucediendo,' " dijo Bethel. "Fue sin duda una jugada interesante."

El gol de campo subsiguiente empató el encuentro, dejando listo el escenario para Palmer y el desarrollo del cambiante final. Después de sacar el balón en la yarda 27 de Cincinnati y arrodillarse a la mitad del campo para dejar todo listo para un intento de gol de campo en la pierna de Catanzaro, Palmer esperó que el reloj se ubicara debajo de 10 segundos para golpear el balón contra el pasto. Mientras esperaba, Larsen repentinamente saltó antes de tiempo.

Los Cardenales sin tiempo fuera, y con una falta de Larsen pondría el reloj en ceros, y mandaría el partido a tiempo adicional. Larsen admitió que estaba preocupado porque los oficiales marcaran la falta en contra él.

Pero todo se solucionó cuando el tackle de los Bengalíes Domata Peko fue sancionado por conducta antideportiva por vociferar un conteo falso. Moviendo la patada 14 yardas más cerca para Catanzaro y dejando al entrenador de Bengalíes Marvin Lewis furioso.

"Recibieron una falta fantasma al final, eso es ridículo," dijo Lewis.

"Supongo que están familiarizados con el conteo de salida de Palmer, y quizá lo contaron bien," dijo Larsen "Es realmente una situación en la que no quieres fallar dejando los errores de lado (salidas en falso) eso fácilmente nos pudo haber dejado sin tiempo en el reloj."

No fue así, y los Cardenales lograron su cuarta victoria seguida.

Los Cardenales consiguieron menos de 100 yardas terrestres por segunda vez esta temporada, sin embargo Palmer terminó completando 20 de 31 pases para 317 yardas y cuatro anotaciones. El novato J.J. Nelson logró cubrir el hueco que dejo el lesionado Michael Floyd (tendón de la corva) con cuatro atrapadas para 142 yardas y su primer touchdown en la NFL, mientras que Fitzgerald tuvo 8 atrapadas para agregar 90 yardas.

Dalton también jugó bien (22 de 39 para 315 yardas, dos anotaciones y cero intercepciones) los Cardenales lograron ganar a pesar de haber pedido en la batalla de las volteretas (-1). Por segunda semana consecutiva, se las ingeniaron para lograr la victoria en el último periodo – obteniendo por primera vez en la temporada una victoria contra un equipo con marca ganadora – haciéndolo de manera dramática encajando perfectamente con el glamour de las transmisiones en horario estelar.

"Este fue el juego número 100 en el Estadio University of Phoenix," dijo Fitzgerald con una deslumbrante sonrisa. "Teníamos que darle a los aficionados lo que quieren ver. No pagan todo ese dinero para vernos derrotados al final."