El corredor William Powell acarrea el balón en pos de algunas de sus 70 yardas el domingo.
Las preguntas eran abundantes.
Las respuestas escasas.
El corredor de los Cardenales William Powell estaba de pie frente a su vestidor el domingo después de la victoria de los Bills 19-16 con un gol de campo en tiempo extra, acaparando toda la atención. Había estado rodeado por cámaras anteriormente, pero esta vez era diferente. Nunca había sido el corredor principal de un equipo en televisión nacional.
En apenas su tercer partido de la NFL, Powell se echó en hombros la carga del juego por tierra que había sido desprovisto de sus dos principales opciones y corrió para una marca personal de 70 yardas – 63 más que su mejor participación previa.
Desde que Ryan Williams quedó fuera por el resto de la temporada con una lesión en el hombro, había preguntas sobre cómo funcionaría el juego por tierra de los Cardenales en el partido contra de los Bills. Sin embargo las 182 yardas por tierra, la mayor cantidad en lo que va de la temporada, parecían responder la mayoría de esas preguntas.
"Se ha mejorado mucho," dijo el receptor Larry Fitzgerald. "Realmente estamos poniendo gran énfasis en eso. Creo que William Powell hizo un buen trabajo para nosotros creando sus propios carriles.
"En general, creo que nos quedamos muy contentos con la forma en la que corrió el balón. Se trata simplemente de los puntos. Tenemos que conseguir más puntos."
Esas respuestas, sin embargo, no eran tan obvias el domingo al principio.
Los Cardenales corrieron solo para seis yardas en el primer periodo, pero empezaron a encontrar huecos en el segundo. En la mitad del segundo periodo correr detrás de los tackles quedó claro que no sería una opción viable. Los Bills apilaron hasta ocho o nueve defensores en la caja, eliminando cualquier posibilidad de conseguir una carrera por el centro.
Así que los Cardenales se fueron a los extremos. Encontraron espacio por las orillas y eso eventualmente les brindó su único touchdown del partido. Con seis minutos por jugarse del segundo periodo, Powell corrió por el extremo izquierdo para 17 yardas hasta la 14 Búfalo y dos jugadas después Fitzgerald atrapó un pase para touchdown.
"Ellos realmente no querían darnos nada por el centro de tal manera que el cuerpo técnico hizo un buen trabajo ajustando eso y moviéndose a las orillas," dijo Powell. "Al final, tuvimos un par de carreras que abrieron el interior.
"Sólo queríamos establecer el juego terrestre de cualquier manera posible. No estábamos muy preocupados si sería por el interior o en el exterior. Ayudamos al juego aéreo al correr el balón."
El balance en la trayectoria para touchdown es lo que los Cardenales habían estado buscando durante toda la temporada. Los cuatro acarreos de Powell fueron complementados con seis pases en la serie. Mientras Fitzgerald señaló después del partido, eso mantuvo a los Bills fuera de balance.
"Cada vez que logres un buen equilibrio vas a tener éxito," dijo Powell. "Podemos correr con el balón. Ya hemos comprobado que podemos lanzar el balón. Si logramos correr con el balón pienso que tendremos buenos avances y sentimos como que podemos mantener vivas las trayectorias."
La filosofía de corredor-compartido funcionó el domingo. LaRod Stephens-Howling agregó 22 yardas, pero en lugar de Alfonso Smith como el otro miembro del trío, el mariscal de campo Kevin Kolb llenó ese papel.
Antes de quedar fuera del partido en el último cuarto con una lesión en las costillas, Kolb corrió para 66 yardas – la segunda mayor cantidad del equipo – incluyendo una carrera larga de 22 yardas complementada por una de 18 y otra de 12.
"Estaba tomando buenas decisiones al correr con el balón," dijo Powell. "Se veía muy bien corriendo el balón."