Cada año, Larry Fitzgerald lleva a cabo trabajos de entrenamientos en Minnesota su casa por aproximadamente un mes. Incluye un poco de lanzamiento de pases pero sobre todo acondicionamiento y levantamiento de pesas intensos, todo ello diseñado para ayudar en el "tiempo de inactividad" al que un jugador de la NFL tiene derecho antes del campamento de entrenamiento. El tiempo que pasan allá es muy bueno para estos jugadores. Trabajo intenso hasta mediodía o la una de la tarde, luego todo mundo está invitado prácticamente todos los días a la casa de Fitzgerald para pasar el rato o para practicar esquí acuático en el lago. Este año, tanto Fitzgerald como el nuevo mariscal de campo Carson Palmer hablaron un par de ocasiones sobre la forma en cómo se conectarían durante estos entrenamientos, y Palmer, un hombre de palabra, ya se encuentras en Minnesota.
Aparentemente, la mayoría son lanzadores y receptores, en este caso. Fitzgerald da la bienvenida a cualquiera alrededor de la liga que desee asistir — el año pasado el receptor de los Jaguares Cecil Shorts y el corredor de los Halcones Marinos Leon Washington fueron algunos de los jugadores que participaron — pero siempre es bueno cuando los Cardenales asisten. Este año, hay varios Cardenales presentes. Fitzgerald publicó el miércoles en las redes sociales la foto que aparece abajo (gracias por "prestarla" Fitzgerald). Aparecen de izquierda a derecha, comenzando en la parte trasera superior Michael Rios, Jaron Brown, Dan Buckner, Tyler Shaw, el marisca de campo Ryan Lindley, LaRon Byrd, Kerry Taylor, el mariscal de campo Carson Palmer, Michael Floyd y el mariscal de campo Drew Stanton. En la parte delantera, están Andre Roberts, Charles Hawkins, Fitzgerald y Robert Gill. Fue una gran convocatoria, y parece ser un buen augurio.
Por otra parte, si usted es un mariscal de campo y Palmer estará presente, o usted es un receptor y Fitzgerald, Floyd y Roberts estarán ahí, es difícil decir no. De cualquier manera, podemos recordar a Bruce Arians diciendo que cuando los Cardenales regresaran para el campamento no podía haber retrasos — que en el peor de los casos los Cardenales deberían encontrarse en el punto donde se quedaron después de los trabajos de la temporada baja, o incluso un poco más adelantados.
Es difícil no pensar que los mariscales de campo y receptores lograrán esa meta después de trabajar en el patio de Fitzgerald.