Esto sonará muy casual — y, sinceramente, lo es — aunque hay una razón por la cual escribir de Cardenales y el Pro Bowl 2009. Mientras se elabora una historia sobre Larry Fitzgerald y su épica trayectoria en postemporada durante el año que Cardenales fueron al Súper Bowl. Historia que se publicará el lunes. Hay algo que llama la atención cuando uno mira hacia atrás para investigar los detalles, especialmente cuando se trata del Pro Bowl.
Como todo mundo sabe, el Pro Bowl se celebra la semana antes al Súper Bowl. Los jugadores elegidos de los equipos que disputarán el Súper Bowl, obviamente, no juegan, y a esas alturas, muchos, muchos otros encuentran razones para no jugar. Lesiones, sí. Y también, "lesiones." Durante la temporada 2008, cinco Cardenales fueron elegidos para jugar en el Pro Bowl: Fitzgerald, Kurt Warner, Adrian Wilson, Anquan Boldin y Sean Morey. Eso tuvo sentido. Todos estuvieron excelentes durante aquella temporada.
Ese año, el Pro Bowl todavía se jugaba una semana después del Súper Bowl. Todo mundo podía todavía presentarse, a pesar de eso, había muchos jugadores que no asistían. Si alguien no se presentaba por una razón no relacionada con una lesión, podía ser comprensible tratándose de jugadores del equipo que perdía el Súper Bowl — especialmente si se trataba de una derrota desgarradora. Sin embargo, lo que puede ser fácil de olvidar es que los cinco Cardenales seleccionados si se presentaron en Hawái un par de días más tarde a jugar. De hecho, Fitzgerald coronó su gran temporada regular y su legendario desempeño en postemporada con una actuación de 5 atrapados para 81 yardas y 2 touchdowns durante el Pro Bowl y ganó el premio al Jugador Más Valioso. Esa no fue una sorpresa, de verdad. Lo que si fue es el hecho de que Cardenales fueron 5-de-5.