El receptor de Cardenales Larry Fitzgerald aplasta al profundo de Vikingos Anthony Harris durante la atrapada y corrida de 42 yardas para touchdown de Michael Floyd la semana pasada.
Si los Cardenales ganan en Filadelfia la noche del domingo, eso significaría más que adjudicarse el banderín de la NFC Oeste por primera vez desde 2009, o potencialmente asegurar descanso en la primera ronda de la postemporada.
Una victoria significaría, bueno, una victoria. Más específicamente, la No. 12 esta temporada – sería la mayor cantidad de victorias en un año que los Cardenales han conseguido en su larga historia como franquicia.
Esta es una organización que data de más de 100 años, miembro original de la NFL. Han ganado 11 partidos en temporadas consecutivas por primera vez en la historia, después de ganar 11 sólo tres veces antes del 2014.
Las marcas están a punto de turrón para Cardenales en algunos puntos. Cardenales han enfrentado tres partidos sin una pérdida de balón por primera vez en su historia. El equipo está a sólo 23 puntos de establecer una marca de franquicia en una temporada (el equipo del 2008 anotó 427.) El mariscal de campo Carson Palmer, tiene posibilidades de alcanzar 5,000 yardas por pase esta temporada (ahora tiene 4,003) se supone que podrá superar la marca de 4,614 yardas por pase en una temporada de Neil Lomax y ya tiene la marca de pases para touchdown, con 31.
Los números, sean marcas o no, son llamativos en todos los frentes.
A pesar de eso, Cardenales todavía están esperando asegurar el título de la división o una semana de receso en postemporada. El partido del jueves contra Vikingos les dio tiempo para descansar, aunque también significó que estarían en casa después de una admisible victoria menos-que-completa mientras sus competidores más férreos en la NFC – Panteras, Halcones Marinos y Empacadores – consiguieron victorias dominantes. Esos tres equipos ganaron por marcador combinado de 101-13.
Las marcas pueden perderse, pero el enfoque no.
"No estamos dándonos palmaditas en la espalda," dijo Palmer. "Sé que (Bruce Arians) no nos permitirá escuchar el ruido externo y las conversaciones sobre la postemporada y todas esas cosas. Eso no es importante. Lo importante es corregir los
errores que nos están frenando para sacar adelante los partidos."
Arians dijo que esta semana es importante porque hay oportunidad de una "gorra y una camiseta," es decir la vestimenta propia que estarían utilizando los jugadores a nivel vestidores por ganar la división si es que consiguen vencer a las Águilas. Esa sigue siendo la motivación.
Y si sucede que los Empacadores pierden en Oakland – y ese partido se decidirá antes de la patada inicial de Cardenales – los Cardenales también estarían consiguiendo descanso en la primera ronda antes de jugar sus dos últimos partidos.
Cardenales retornan a entrenar el martes. Esperan tener de regreso esta semana a algunos de sus jugadores lesionados (el primer informe oficial sobre lesionados se dará a conocer hasta el miércoles), sin embargo Arians cree que sus jugadores están ya recuperados después de su mini-receso.
En un momento dado el domingo, el profundo Tony Jefferson incluso admitió que de cierta manera deseaba que los Cardenales jugaran otra vez durante el fin de semana – y estamos hablando de un jugador que ha estado lidiando con un dolor en el tendón de la corva.
Eso es lo que sucede cuando el equipo va bien y las marcas pueden establecerse. Eso es lo que sucede cuando una temporada de 12 victorias es una visión colectiva, aunque hay algunos espacios donde los Cardenales pueden mejorar.
"No creo que podríamos mejorar mucho más que ganar siete consecutivos," dijo Arians. "Sin embargo, podemos jugar mejor. Sólo seguir esforzándose por mejorar."
The top images from the Cardinals' Week 14 victory over the Minnesota Vikings