Cuando Larry Fitzgerald acordó su último contrato, estaba comiendo en un restaurante de la localidad y tuvo que ser convocado a una conferencia de prensa. A Fitzgerald le encanta cerrar sus contratos, pero a decir verdad, preferiría no tener que hablar de ellos. Esa parte es algo que prefiere mantener tras bambalinas. Pero así es en el deporte profesional, donde el público sabe lo que estás haciendo, y también, cuando lo que estás haciendo se convierte en una cuestión que debe tenerse en cuenta cuando se trata de construir un equipo.
El más reciente acuerdo para el mariscal de campo de los Leones Matthew Stafford destaca la realidad de la NFL: Algunas veces, la cifra en el tope salarial de un jugador es (o se será) tan difícil de manejarse que habrá que hacerle frente. No hay manera de saber cómo los Cardenales ven el actual acuerdo de Fitzgerald bajo esa luz, pero hay decisiones que se tendrán que hacer en un año o dos — decisiones que Fitzgerald y sus agentes sin duda consideraron cuando firmaron el pacto en el 2011.
Esta temporada, Fitzgerald tiene una cifra en su tope salarial de "sólo" $10.25 millones. No es insignificante, sin embargo, es mucho más pequeña que lo que está por venir. En 2014, esa cifra brinca a $18 millones. En 2015, brinca de nuevo a $21.25 millones. Esa es una muy buena tajada del tope salarial por llevarse cuando la mayoría cree que no habrá un salto significativo en el tope salarial el próximo par de años. (Hay varias opiniones al respecto, debido al nuevo contrato de televisión que eventualmente entrará en vigor, pero en el entendimiento de muchos el tope salarial subirá con bastante lentitud y de manera constante y no de un solo golpe.) Ambos golpes al tope salarial están programados para ser los más grandes en la liga ese año para cualquier receptor abierto, incluso más que Calvin Johnson, quien firmó un mega-acuerdo después de Fitzgerald.
Los Cardenales trabajaron duro este año para liberar espacio en el tope salarial para el futuro y tener más opciones que tomar una vez más la próxima temporada que no estén relacionadas con Fitzgerald. Con todo y la cantidad de agentes libres que se tendrán al concluir esta temporada, podrán tratar con la considerable cifra de Fitzgerald el 2014. ¿Eso es lo a querrán? ¿Podrán hacerlo nuevamente en el 2015? En este momento, la única gran extensión que se avecina es una para Patrick Peterson, quien es elegible para un nuevo acuerdo tan pronto como termine esta temporada. Se ha escuchado a los aficionados preguntándose/preocupados sí podrían intercambiar a Fitzgerald, pero eso no parece ser práctico por un par de razones. Primero, negociar a Fitzgerald en el 2014 cargaría a los Cardenales con $13 millones en espacio salarial muerto (y si lo hacen el 2015 sería de $8 millones en espacio muerto.) Además, salvo un enorme desplome en su juego, él representa demasiado para la franquicia tanto dentro como fuera del campo. Seguramente no lo van a dejar ir.
Eso deja un par de opciones. Una sería darle curso. Eso tensionará parte de la flexibilidad del gerente general Steve Keim, pero es difícil saber exactamente donde se encontrará este equipo año con año y no tendrían que tomar ninguna decisión ahora. También existe la posibilidad de volver a trabajar el acuerdo de Fitzgerald — otra vez — para que sea más viable para el equipo. ¿Qué significa eso? Significa que Fitzgerald tendría otro buen día de pago por adelantado, algo que no rechazaría. Eso, por supuesto, empujaría el tema del tope salarial de Fitzgerald aún más hacia el futuro. Pero es así como funciona. La última vez que Fitzgerald habló de su contrato, él y Michael Bidwill se refirieron a que Larry eventualmente se retiraría como Cardenal. Existe la plena seguridad de que ese sigue siendo el plan.