El mariscal de campo Carson palmer, en su primer partido desde la apertura de temporada, lanzó para 250 yardas y dos anotaciones el domingo en la victoria 30-20 sobre Washington.
Existían indicios que decían que Carson Palmer iniciaría el domingo – la manera como lanzó en el entrenamiento del viernes, y la confianza tenía el mariscal de que el nervio del hombro finalmente había "despertado."
Esto había puesto en juego su participación con el equipo titular a menos de algo inesperado.
"Realmente no dijo nada hasta la hora de salir al campo" dijo el tackle izquierdo Jared Veldheer "no teníamos ni la menor idea de quién iba a estar detrás del centro."
Ahí estuvo Palmer haciendo su entrada desde el túnel con el equipo titular, completando con el ala cerrada John Carlson para 13 yardas en el mismísimo primer pase, dando la impresión de que solo se había perdido 32 minutos cuando fueron 32 días fuera del campo. No fue un regreso perfecto para Palmer, pero estuvo cerca de serlo, los Cardenales (4-1) resurgieron con una victoria 30-20 sobre Pieles Rojas de Washington en el Estadio University of Phoenix.
"Me siento bien" dijo Palmer con una sonrisa "cansado, pero bien."
Palmer lanzó 44 pases, completando 28 para 250 yardas, dos anotaciones y una vez más, cero intercepciones – los Cardenales no tienen intercepciones en lo que va de esta temporada. Pero estuvieron cercas de tener la primera cuando Palmer lanzó un pase directo a las manos del apoyador de Pieles Rojas Brian Orakpo, solo que Okarpo no la aprovecho y dejó caer el balón. Pero estos detalles se quedan atrás ante la gran noticia de que los Cardenales tienen de regreso a su mariscal de campo.
De igual manera tuvieron el mejor juego en lo que va de la temporada de parte de Larry Fitzgerald – seis atrapadas, 98 yardas, una anotación – y que su ofensiva recobró la confianza demostrando de lo que son capaces.
"Solo necesito consistencia, solo necesito trabajar," dijo Palmer quien tomó una cuarta parte del entrenamiento de titulares 11 contra 11 el viernes, que fue lo que lo ayudó a creer en que podría jugar. "Necesito hacer muchos lanzamientos para conseguir que mi brazo tenga más fuerza."
Palmer dijo que aún no estaba aliviado del todo. Aún hay trabajo que hacer con su hombro, aunque desconoce si regresará a Denver para continuar con su tratamiento allá. Pero el optimismo reina en que su regreso será para bien.
Esta puede ser una gran señal para Cardenales, quienes remontaron de una semana de incertidumbre a una necesitada victoria. Una defensa que jugó sin el lesionado ala defensiva Calais Campbell y el apoyador Matt Shaughnessy se mantuvo firme frente al juego terrestre, permitiendo solamente 72 yardas. Y aunque tomó tiempo, los Cardenales consiguieron cuatro robos de balón todas en los últimos 12:45 minutos del partido.
El esquinero Jerraud Powers provocó un balón suelto que Tyrann Mathieu recuperó y después él mismo Powers consiguió una intercepción. El profundo Rashad Johnson tuvo 2 intercepciones, incluida una que regresó por 28 yardas para la anotación que aseguró el partido faltando 18 segundos para que terminara.
También hubo imperfecciones en el juego defensivo. En la primera mitad DeSean Jackson se escapó en una atrapada-y-corrida cruzada de 64 yardas que terminó siendo anotación, y los Pieles Rojas (1-5) de alguna manera se aceraron por tres con una trayectoria de touchdown dejando solo 2:17 en el reloj de juego. Pero fue un gol de campo permitido justo antes del medio tiempo el que le dio un vuelco a la situación, cuando los Pieles Rojas generaron una ofensiva en 25 segundos iniciando desde su propia yarda 20 – Justo después que los Cardenales anotaran un touchdown.
"(Nosotros) lo estropeamos defensivamente al final de la primera mitad," mencionó el entrenador Bruce Arians. "Cuando estas cosas pasan, nuestros jugadores se ponen muy, muy molestos."
Los ajustes fueron hechos, y no fue sino hasta la último avance, que los Pieles Rojas se vieron derrotados ante una defensiva que se apoyó en hombres como el renovado Tyrann Mathieu y un apoyador suplente como Alex Okafor (dos capturas) y el ala defensiva novato Ed Stinson.
"No es de nosotros permitir una marcha de 80 yardas y un gol de campo," dijo Johnson. "Ese no es el esfuerzo defensivo que hemos puesto durante todo el año. Ese sin duda fue un punto motivador para que (el coordinador defensivo Todd Bowles) nos dejara saber que no estábamos jugando de la manera que deberíamos. Eso nos motivó."
Por la manera en la que la defensiva jugó la segunda mitad, el juego debió haberse terminado desde mucho antes. Ofensivamente, los Cardenales se atascaron, ante la posibilidad de crear suficientes primeras oportunidades. Después de dos anotaciones durante la primera mitad – Palmer se conectó con los receptores Michael Floyd y Larry Fitzgerald para que cada uno lograra su primera anotación de la temporada – el pateador Chandler Catanzaro tuvo mucha participación en el terreno de juego.
Fitzgerald dijo que los Cardenales tienen que hacer un mejor trabajo anotando – Cardenales solamente tuvo un gol de campo en sus últimas 4 posesiones, tres de las cuales fueron iniciadas en terreno de Washington y una en la yarda 46 de Arizona – pero con el regreso de Palmer, no creo que haya de que preocuparse esto no volverá a pasar.
"Sé que tiene que ser frustrante estar a la espera de jugar, esperando a que el nervio vuelva a dispararse," dijo Fitzgerald. "Lo pude ver en sus ojos durante el entrenamiento del viernes."
Palmer asumió parte de culpa debido a los problemas que tuvo la ofensiva en el segundo tiempo.
"Me sentí muy oxidado y fallé algunas cosas muy simples." Mencionó Palmer.
Hay tiempo para trabajar en eso, sin embargo. Ya tiene la vista puesta en la cita contra su ex equipo, los Raiders, que se presenta en una semana, y esto solo por si acaso Palmer estaba buscando más motivación.
Con la derrota de los Halcones Marinos de Seattle ande los Vaqueros de Dallas el domingo, una vez más Cardenales se encuentran en la cima de la División Oeste de la NFC. Su mariscal de campo está de regreso. Los Cardenales no han hilado dos derrotas consecutivas, incluso con todas las lesiones que han sufrido.
Nada de eso es trascendental, cuando el entrenador le resta importancia.
"Estamos en primer lugar" dijo Arians "No hay ninguna adversidad. Sólo hay obstáculos en el camino."