Larry Fitzgerald batalló para contener las lágrimas.
El receptor ha jugado hasta ahora 12 temporadas en la NFL. No sabe exactamente cuántas le quedan – le resta un año en su contrato – y tiene 32 años de edad, el final está mucho más cerca que el principio. También sabe que es una realidad de la NFL que aproximarse tanto como Cardenales lo hicieron al Súper Bowl, con el mejor equipo en el que jamás ha estado, no es necesariamente algo que ocurre frecuentemente.
Es por eso que el dolor era evidente en su rostro después de la derrota por paliza la noche del domingo en Carolina, un partido en el que, francamente, Cardenales nunca estuvo dentro. Si Cardenales hubieran perdido en un tiroteo o en un partido cerrado, dijo Fitzgerald, tal vez pudiera manejarlo mejor, sabiendo que Cardenales al menos dio la batalla.
En cambio, "hoy no cumplimos a cabalidad," dijo Fitzgerald con voz apagada. "Y eso realmente duele."
Las cosas cambiarán. Siempre sucede así durante la temporada baja. Los agentes libres se irán. Nuevos jugadores firmarán y otros serán reclutados en el draft. Todos esperan mantenerse unidos. Esperan poder permanecer relativamente libre de lesiones, algo que Cardenales – en su mayoría – consiguió esta temporada. Esperan como equipo poder construir nuevamente, tal y como Cardenales lo han vendido haciendo en cada una de las temporadas de Arians. La cantidad de victorias han aumentado y en la escalera de la postemporada se ha ascendido un peldaño a la vez.
Eso esperan como equipo. Pero como lo expusieron las emociones de Fitzgerald, nada es una promesa.
"Las emociones están todavía a flor de piel para mí," dijo Fitzgerald, cuando se le preguntó como evaluaba el 2015 en su totalidad. "En un par de días podría tener una respuesta un poco mejor. En verdad duele."
"Obviamente," agregó Fitzgerald, "No quería que terminara de esta manera."
— Carson Palmer respondió las punzantes preguntas después del partido. Asumió la responsabilidad. Dijo: "Yo" varias veces y aunque hubo un gran número de cosas que no fueron bien en el resto del equipo – la defensiva no tuvo su mejor juego tampoco – Palmer tenía que haber jugado bien para que Cardenales pudieran llegar al Súper Bowl. No jugó bien. No estuvo ni cerca.
— Mientras que Cardenales y Keim continúan buscando a su mariscal de campo del futuro, Palmer será el mariscal de campo en 2016. Debería serlo. No jugó bien en postemporada, sin embargo fue candidato merecedor a JMV este año.
— El corredor David Johnson estuvo excelente, no obstante fue una lástima que Cardenales se quedaran tan atrás en el marcador. Definitivamente Johnson se ha mostrado como futuro líder entre corredores.
— La secundaria como conjunto no fue buena. Parte de eso fue debido a la falta de presión sobre Cam Newton, aunque hubo otros errores. Justin Bethel no fue el único jugador en ser sorprendido, sin embargo, incluso Bruce Arians señaló a Bethel específicamente como uno de los que tuvo una noche difícil. Arians añadió que Bethel va a mejorar. Cardenales requieren que lo haga.
— Entre los agentes-libres-por-ser están el esquinero Jerraud Powers y el profundo Rashad Johnson. Ambos hicieron hincapié en lo mucho que desean regresar. Ya veremos cómo van las cosas. Se espera que Cardenales concrete una extensión de contrato con Tyrann Mathieu en algún momento, y tampoco sería una sorpresa ver que Arizona reclute un esquinero durante el draft.
— Cardenales elijarán en la posición 29 en el draft de la NFL. Habrá sólo 31 selecciones de primera ronda después que Patriotas perdieran su oportunidad luego del escándalo del 'Deflategate' (balones desinflados).
— Hay un sinnúmero de otras cosas de las cuales hablar de cara a la temporada baja. Aunque con el fin de la campaña de Cardenales, habrá tiempo para referirnos a todo eso.
