PASADO CON PRESENTE: el apoyador Sam Acho (94) es remanente del 2012, peros sus compañeros apoyadores Lorenzo Alexander (97), Jasper Brinkley (54) y Karlos Dansby (55) son todos nuevos esta temporada.
El primer día de entrenamientos de temporada baja apenas había comenzado cuando Darnell Dockett tomó un pequeño descanso en el levantamiento de pesas y miró a su alrededor a todos sus compañeros de equipo – muchos de ellos recién llegados a Cardenales.
"Hay muchos foráneos, caramba," dijo Dockett. "Foráneos hasta decir basta."
Eso fue hace siete semanas. Los jugadores, que trabajan juntos casi todos los días, han creado una química que es de esperarse. Los vínculos han sido formados a estas alturas. Sin embargo, eso no cambia el ambiente en general en los vestidores que en muchos aspectos inició desde cero.
"Definitivamente, puedes decir el período de transición se está dando," dijo el esquinero Antoine Cason, que vino de los Cargadores con un contrato de agente libre por un año.
Ahí están los números francos: De 90 jugador actualmente en la lista, 27 son novatos, otros 21 veteranos que no estaban con los Cardenales la temporada pasada. Los 42 restantes son recién llegados, pero eso incluye jugadores que estuvieron en la escuadra de entrenamiento – jugadores que nunca fueron integrados plenamente en la alineación un día de juego.
Todos bajo un nuevo gerente general y un nuevo – y más grande – cuerpo técnico, lo que convierte la curva de aprendizaje en algo crucial no sólo para los nuevos jugadores, sino que también para quienes permanecieron en el equipo. Y muchos de los jugadores que ya no están no eran simplemente material para la banca, sino contribuyentes (Adrian Wilson, Kerry Rhodes, Greg Toler, Quentin Groves, Paris Lenon Beanie Wells, Kevin Kolb/John Skelton, William Gay, Early Doucet) quienes ayudaron a establecer la dinámica en los vestidores.
"Es la naturaleza del negocio," dijo el tackle remanente Levi Brown, riéndose cuando se le sugirió que habría sido si él se hubiera unido a un nuevo equipo.
"Cada vez que hay un cambio de entrenador van a querer cambiar la cultura. Eso tiene que ver con el estilo de entrenamiento, capacidad y muchas veces tiene que ver con los jugadores que ya están aquí. A los entrenadores anteriores les gustaban ciertos jugadores y a los entrenadores nuevos no necesariamente les gustan los mismos jugadores. Así que salen y buscan a los jugadores que les gustan. No quedan muchos jugadores del régimen anterior."
En cierto momento durante los ejercicios de simulacro de 11 contra 11 en medio de las actividades organizadas el jueves pasado, los Cardenales tenían a Rucker Frostee en la línea defensiva, Karlos Dansby, Lorenzo Alexander y Jasper Brinkley como apoyadores y a Javier Arenas, Jerraud Powers y Yeremiah Bell en la secundaria – siete de los once en la defensa nuevos esta temporada.
En otros saques de balón más adelante, a Arenas y a Rucker se les unieron Cason, Curtis Taylor, Jonathan Amaya, Kevin Minter y Matt Shaughnessy – otra formación con siete nuevos jugadores.
Uno de los nuevos jugadores es en realidad alguien que alguna vez fue veterano. Dansby fue Cardenal por seis años hasta el 2009 antes de ir a jugar tres temporadas con los Delfines de Miami.
Cuando firmó su contrato por un año la semana pasada, sintió una mezcla de un regreso a casa y una revolución en los vestidores. En el piso superior, en el lado de los negocios del edificio, todavía hay muchos rostros conocidos para él.
"Los rostros en el vestuario, sí, han cambiado mucho. Tremendamente," dijo Dansby.
Sólo ocho jugadores permanecen de los que jugaron con Dansby durante su primera travesía con los Cardenales: Brown, Larry Fitzgerald, Darnell Dockett, Calais Campbell, Rashad Johnson, Lyle Sendlein, Reggie Walker y Mike Leach.
Es una forma única de congregarse cuando todo mundo está empezando desde cero.
"Se siente bien de alguna manera cuando comienzas con todo nuevo," dijo Bell, otro firmante de un contrato de un año. "Todos empiezan a aprender juntos, a aprender los hábitos de los demás. Tienes oportunidad de conocer la personalidad de todo mundo. Tienes oportunidad de ver cómo cada uno reacciona a cosas diferentes. Tienes que ir a través de un esquema totalmente nuevo con todo mundo."
Al igual que con cualquier receta, sin embargo, será juzgada con el producto final. La novedad tiene que desvanecer más tarde que temprano. Los foráneos tienen que inmiscuirse en los cimientos.
"Tenemos que construir desde cero," dijo Dansby. "Eso es lo que hicimos la última vez. Tomó cuatro o cinco años para concretarse, pero lo conseguimos. Esta vez no tenemos ese tipo de período de gracia así que tenemos que acelerar este asunto juntos lo antes posible."